21 de octubre de 2010

Tensión s. no-resuelta

Berni era de los que pensaban que lo interesante era meterse en líos. Le gustaba vivir al límite, incluso caerse de ese límite al infinito de las incertidumbres y los remordimientos. Los problemas eran su aire. Más de una vez pensé que era como un silla con una pata más corta que habían intentado arreglar rebajando las otras patas y cojeaba ahora de las cuatro.
Un día en el barrio, apareció María. Y ¡madre mía, María!. Seguía exactamente igual que la recordaba... Fue verla y cojear como una marioneta. Dejó incluso de dormir.
Se lo contó a su madre y ella se acordó de todos esos momentos de su vida mal resueltos, en los que había dejado correr los problemas hasta el olvido, de todas esas TSNR con tantos amigos, a los que aún hoy, no podía sostener la mirada sin sonrojarse.
Berni le regaló una piruleta de sol de arco iris. La tensión desapareció tras la nube de la sonrisa de María.




- Recuerdo tantas tensiones de esas, que no sé ni por cual empezar....
- Alegría, es que tú eres muy célibe...
- Ya, pero por eso de que una vez resueltas, suele haber más esperando a la puerta.
- En fin...

19 de octubre de 2010

Felicidad

He vuelto a pisar las calles. He recorrido los mismos caminos que se me hacían tan pesados. He reconocido las mismas caras que recordaba. He escuchado melodías olvidadas. He caminado mientras el aire me daba en la cara. Me he empapado de otoño al salir el sol. He levantado persianas, abierto las ventanas y dejado que el viento renueve las paredes. He regado mis plantas y he estado en silencio.
Me he muerto y vuelto a nacer y volveré a hacerlo tantas veces como el colibrí mueve sus alas a la vida.
Y no cantaré sólo al caer el sol, ni tocaré para mí más en silencio.
Escucharemos los ríos y los llenaremos de vida con nuestras manos. Daremos luz a los caminos y llenaremos de bosques las veredas y las retorceremos hasta hacerlas llegar a todos los sitios, para que nadie siga sordo a esta gran sinfonía por más tiempo.
La piedra vuelve a moler el grano, la envidia vuelve a doler tras las sombras.
Todo vuelve a la normalidad...
¡Albricias!




- Alegría, pues si que estás contenta...
- ¿Se nota?
- No..., apenas...

16 de octubre de 2010

Venhen e van



De regreso, salió a buscar su mejor sonrisa, y la encontró, en el camino, mojándose de mar y compañía. 





Aire que vuelas
no pares de lanzarle
arena de mar


Besando la ola
acércate espuma a mí
rodeando mis pies.


Ríe la niña
imagina que sueña
olinas de mar.





- Alegría, yo también echo de menos las vacaciones.
- Pena, pero que no estoy hablando de las vacaciones...
- Entonces no lo entiendo.
- Es poesía, no hay más interpretaciones.
- No te creo

14 de octubre de 2010

Regreso

Se asomó a la cafetera como quien busca un último aliento. En el fondo, una gota bailaba pegándose a los últimos posos. Fue al salón. Se derrumbó en el sofá, y mientras caía en él, mando en mano, pasó por no menos de tres canales: dos de tele-venta y otro, no sé, ¿de cocina? Apagó, tachó, fulminó la televisión. Miró hacia el tic-tac del reloj. Suspiró. Volvió a suspirar. Y, en un alarde de actividad frenética, empezó a doblar la ropa que estaba en el balde. Los pantalones primero, bien estirados y haciendo coincidir las costuras. Las camisetas, formando perfectos cuadrados y apilándolas por cubos. Los calzoncillos de Nicolás y la servilleta a cuadros verdes del colegio. La colocó en los armarios. Y de vuelta a la cocina se vio en el espejo del pasillo. Se paró. Volvió a mirarse. Fue al estudio y cogió un sobre. Copió con su mejor caligrafía su última dirección: la de las noches largas y los días claros. Se dobló con sumo cuidado y se metió dentro con el sigilo de un contorsionista.

Y se marchó en el correo de las siete.



- ¿Se fue así, sin más?
- Y sin menos, alegría.
- Es broma... ¿no?
- Mira a ver si está, si no me crees.

La princesa del pueblo





- Alegría, hoy he estado pensando mientras veíamos la tele...
- Cuenta, cuenta...
- Me pregunto qué programas tendrán, si nosotros vemos lo que vemos y estamos entretenidos...
- ¿Dónde?
- En el planeta Pedo-Pis



13 de octubre de 2010

Suena el run run

Estaba inquieto. Tenía el convencimiento de que algo no iba bien, algo se le había pasado. Empezó a repasar mentalmente sus últimos pasos antes de llegar a este punto. Finalmente logró serenarse por un momento. Respiró profundamente. Tomó impulso y despegó. Los coches y los árboles cada vez eran más pequeños. Parecían insectos. ¡Un momento!: eran insectos. Se dirigían hacia él portando un gran cofre lleno de oro y piedras preciosas. Lo defendió hasta que sintió ese sonido. Más y más intenso. Y el dolor de una saeta que entraba una y otra vez. Y ese ruido y ese dolor en las costillas. Y esa voz, primero susurro, espeluznante alarido después. 

Abro los ojos. Las siete... se me olvido desconectarlo. Y tú para ya, por favor. No me des más codazos y deja de gritarme, que ya apago el despertador.. 

Otro domingo que empezamos con mal pie.



- Muy graciosa, Alegría, encima vete contándolo por ahí.
- ¿No me digas que no fue divertido?
- Pero si encima estaba lloviendo...
- Me encanta oír la lluvia desde la cama

12 de octubre de 2010

Haikus al viento de otoño





Cantando azules,
viajan las nubes llenas
al sol de otoño

Espeso el viento.
Tristeza tras cristales.
Las hojas vuelan

Los corazones
sueñan con sus regresos
viejos amantes.

Revolotean.
Las hojas de los olmos
son golondrinas.




- He oído que hay que dejar que las hojas vuelen.
- Alegría, mejor déjalas que caigan al suelo.
- No, me gusta más verlas volar. Ya volverán...

11 de octubre de 2010

Sueña

Colúmpiate conmigo. 
Pon la cabeza hacia atrás y mira hacia arriba, es como si volaras, como si entraras en un reino al que solamente nosotros tenemos acceso.
Las nubes nos llevaran hacia él. Y regarán nuestros campos. Y nuestros deseos y esperanzas de infinito, se verán colmadas. 
Las estrellas iluminarán nuestras noches de espera de lunas, de sonrisas, de sombras.
Y con un susurro, en una caricia, nuestras miradas se cruzarán y se irán asustadas a guardar el recuerdo de lo que fue y alimenta nuestros anhelos. 
Y nos hace seguir respirando y viviendo.





- Alegría, esto parece que lo he dicho yo...
- No, tú no tienes esperanza
- Ya, pero suena tan triste...

8 de octubre de 2010

La bolsa de besos

Con los brazos en alto, fueron saliendo uno a uno de las trincheras. Pensaban que nunca llegaría el día.
Alguien tarareaba algo parecido a una copla infantil que me cantaba mi padre, después de leer mil cuentos que iba inventando sobre la marcha. Cuando acababa, siempre me daba un beso, otro para la vaca Valentina y otro para la bolsa donde los guardaba "para los momentos tristes". Salía de la habitación con cuidado, para no pisar los muñecos, ni los besos que había caídos por el suelo, por lo de las cosquillas...-"La lluvia, pues llovía, que es lo que hace cuando no sabe que hacer con tanta agua" Y se partía de risa golpeándose con sus manazas los muslos...
A mi padre le encantaba jugar con las palabras.
Y a la guerra, terminarse.



- Entonces, Pena, ¿quién era el que salía de la trinchera?
- Pues no lo sé, supongo que no es importante...
- Y... ¿el padre?
- Seguro que contento también...
- Pena, ¡qué alegría tan grande!

7 de octubre de 2010

Juntos 2

Lo que me pide el cuerpo contar hoy, ya lo he leído en otra ocasión...

Juntos


Nada es para toda la vida, ni se puede exigir que lo sea. Aparece, convive, respira, pero fluye como los ríos. 

Los momentos que tenemos en la mente, los sitios que recordamos, con sus vivencias, y que parece que podemos tocar, han desaparecido como los árboles que se llevó el río en su última crecida y que llenaban todo de polén...

Se mantienen vivos los recuerdos, pero son empujados tan deprisa por las nuevas vivencias, que se quedan arrinconados en las esquinas, en los recobecos, en las entretelas de nuestro corazón, en ese sitio donde ocultamos lo que no podemos explicar. Ni entendemos.


Nos convertimos en  fluidos, en líquidos que pasan, que nos oxigenan, que empapan momentos para quedarse para siempre.








- Pena, me sigue gustando lo que cuentas hoy...
- Y a mí que te guste. Veo que eres constante en tus opiniones...
- Será la edad, y que hay una amiga en mi...
- Amigas, hermanas y pegadas continuamente..¡Qué cruz!
- Anda boba... ¿Un abrazo?

6 de octubre de 2010

Viento

Las palabras que recogemos del viento cuando estamos tranquilos, hablan de ganas de sonreír, de mejores momentos...

Al abrir la ventana, entró viento del sur con olor a madera humeante, a hierba recién cortada y a sonrisa.
Hacer feliz a quien siente que no tiene demasiada suerte, merece este intento...

Suelo estar más atento a las reuniones de gente, que al motivo que los congrega en sí, o entorno a quién lo hacen. Lo bello son los encuentros, el diálogo, el intercambio de pensamientos, de sensibilidades. Lo demás suelen ser meras disculpas, que si una reunión de padres, que si una misa, que si una asamblea, que si un grupo de música, que si unos escritores lanzando cometas al viento de la web...


A ese viento que trae esas palabras que recogemos serenos, y nos hacen sentir, que no estamos solos. Que estamos reunidos enviando mensajes con los ojos cerrados, sin destino definido.




- Pena, arrima un poco la ventana, que se nota el otoño.
- Ya, y se pone todo perdido de palabras...
- Ay pena, si supieras lo guapa que eres cuando sonríes...


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4 de octubre de 2010

Desgracias parejas

Cuando la desgracia se ceba en la misma persona, me acuerdo de un amigo que tuve algún día, no porque fuera un desgraciado, no, no voy a llegar tan lejos. No es más que una anécdota de algo que le dijo un médico, de esos rompehielos. Después de arreglarle pies, brazos, dedos... en no menos de diez ocasiones. Le espetó (ya sabéis, por parecer humano), ¡guaje, pareces el burroungitano!

Y es que cuando aparece un roto, todo hace aguas.

Un paisano, de esos viajados me dijo un día "A ti se te muere la madre, y yo he perdido el boli..., si es que todas las desgracias vienen parejas..." Para luego seguir diciendo, "que no, que era broma".

Quedé más tranquilo.

El caso es que ayer subí a un árbol...





- Pena no he entendido nada...
- Ya, pero eso no es algo nuevo...
- Anda, pero si eso parece un chiste...
- Parece.

1 de octubre de 2010

Haikus varios

Tómate tu tiempo,
respira y mírame bien.
Soy tu hipoteca.



Llega tu beso.
Mueve sus dulces alas
la mariposa.


Miro tu cara.
Se fue el verano azul.
Yo en la cocina.


Llega el otoño.
El viento se las llevó.
No hay golondrinas.


Pájaros cantan.
Ayer perdí  la luna.
Dentro, el silencio.


Amanece flor.
Salta la niña al viento.
En primavera



- Alegría, ¿Qué es eso de mirar a los ojos a la hipoteca?
- Pena, tu problema es que lo tomas todo al pie de la letra.
- Ya... ¿pero en serio que hablaste con la hipoteca?

30 de septiembre de 2010

Vagabundo

Hay cosas demasiado pesadas, la familia, los hijos, el trabajo, la vida, el amor, el dinero..., como para cargar o llevarlas una persona sola. Lo son tanto, que aún compartiendo la carga son motivo de discusión.

Especialmente cuando faltan.




- Alegría, se te ha caído el pelo detrás de la orejas.
- Ya. Pero tenía que decirlo.
- Dicho queda.

29 de septiembre de 2010

Divergencias

Estar en el momento adecuado, en el sitio preciso, no iba con  Isi.

Siempre buscaba una alternativa. Un punto de vista que rodeaba y hacía caer en espiral entorno a un respuesta divergente.

Cuántos dolores de cabeza y tiempo perdido en discusiones consigo mismo.

Lo bueno es que nunca se equivocaba. Tampoco acertaba.

Simplemente entretenía, bueno, depende...





- ¿Buena no?
- ¿Buena qué?
- La foto..
- Depende...
- ¿De qué?
- Tú sales demasiado sonriente...
- Compenso, ...nada más

28 de septiembre de 2010

Parafraseando

Hoy, frases hechas.

- ¿Educación para la ciudadanía? Pues lo que te enseñamos en casa. (Jack El destripador)

- ¿El tocador? Sí, ahora mismo....¡Roque!

- Tenía muchos humos, pero terminó quemado. (San Lorenzo)

- A mi lo de Elvis, me suena muy rocanrolesco.

- Ese pesa lo que vale el oro... pero en pesetas.

- Apaga y vámonos (Dios)



- Alegría, hoy me has hecho gracia hasta a mí.
- Pues otro tópico que cae y no sólo se llora de alegría.
- Ya.

27 de septiembre de 2010

Ilusión

Pensamiento errante y sin destino
el que cree que volver es retraso,
sin darse cuenta que el peor fracaso
es abocarse en el desatino.

A la sombra de un camino, camino
sereno; meciendo mis pasos, paso
y me pierdo y colmo el vaso, que baso
en tu mirada, y en tu ser, mi sino.

Deja que corra así por mis venas,
la ponzoña oscura, a condición,
que en su veneno se ahogue la pena.

Aire, cuelga en tus velas la pasión,
no alientes la cordura que encadena,
(ajena, sorda y ciega), a la ilusión.





- Pena, ¿qué quieres decir con eso de ahogar la pena?
- Es una forma de hablar...
- Menos mal. Pense que eras tú...
- Anda tonta, ¿qué ibas a hacer tú sin mis lágrimas?

24 de septiembre de 2010

SOS

Pequeños pasos de los hombres

quitarán el hambre de la humanidad.


- Alegría, me ponen tristes los periódicos.
- Vaya, vas creciendo, empiezas a mirar através de los espejos.
- Pero si eres tú la que todo el día se está peinando...

23 de septiembre de 2010

Evaristo y Ramón

Ramón camina con pasos cortos, arrastrando los pies y dejando caer el peso del mundo hacia sí mismo, hacia su gran barriga. Es un metrónomo. Cuatro pasitos, una calada temblorosa a su sempiterna colilla y otros cuatro pasitos... Sus trayectos se limitan a un paseo diario desde la residencia de mayores donde vive, hasta la cafetería de enfrente, sin más riesgos que cruzar una calle con semáforos.

Evaristo deambula por las calles mirando a las personas con las que se cruza plantándose delante de ellas,  para susto de  más de una paisana del barrio. Nadie sabe donde vive, ni se atreven a preguntarselo siquiera. Tapado como va con su raído abrigo a modo de capucha de monje, se puede confundir con una estatua a punto de ser destapada por nuestro mecenas: por nuestro alcalde.

De la noche a la mañana, Evaristo empezó a acompañar a Ramón hasta la cafetería en sus paseos-paradas. La estampa que formaban era de lo más curioso. Y la mirada de Ramón, siempre vidriosa, se empezó a tornarse expresiva. Sus ojos reflejaban mosqueo continuo. Uno de esos cabreos de hermano mayor al verse reflejado en el espejo-cara de su hermano pequeño imitándole en todo lo que hace. Su paseo era una mezcla entre lo grotesco y divertido: silencio, humo, enfado y la sonrisa maliciosa en los labios, esculpidos sin expresión hasta entonces, de Evaristo.

Con el tiempo, nos acostumbraron a tenerse uno al lado del otro, sentados en el alféizar de la ventana de la residencia y, lo más curioso de todo, hablando en una jerga que han ellos han creado y con la que, Roto y Descosido, logradon calzar su sillas cojas con su compañía.


- Vaya Pena, contando historias del barrio...
- Bueno..., fabulando un poco, para que sea más creíble...

22 de septiembre de 2010

El botón de Sus

De cómo se conocieron, no tengo ni idea, y seguro que ni ellos la tienen tampoco. Desde siempre se recordaban uno al lado del otro, corriendo de aquí para allá, buscando y compartiendo la comida que encontraban.

Tupi y Sus, que así se llamaban estos ratoncitos, eran uña y carne.

Un día, ya perdido en los calendarios, Tupi encontró un botón. ¡Qué hallazgo tan tontín! Ya que éste era un objeto completamente inútil para alguien que no tiene ropa que abrochar, ni se puede comer, ni se le ocurría qué hacer con él. Vamos que no sirve para nada.

Para librarse tremendo objeto, no tuvo otra ocurrencia que atárselo al rabo a Sus mientras dormía, y como no tenía cordón, ni lazo de ratita presumida con qué hacerlo, se lo pegó con un esparadrapo. Con tan mala suerte que fue ya imposible despegarlo y tuvo que aguantar con él pegado.

Todo podía haber quedado en una broma, un tanto pesada, pero todos se lo recordaban continuamente, y eso que en realidad no era ni suyo el botón, ni tan siquiera se lo había pegado él.

Sus y Tupi terminaron cada uno por su lado. Sus por razones más que evidentes estaba continuamente enfadado y callado y Tupi porque su compañero de fatigas no podía seguir su ritmo, ni podía correr, ni quería jugar con él.

Hasta donde puedo recordar, Sus cargó con ese inútil botón, al que por una broma pesada quedó unido de por vida.

¡Anda!, siempre se me olvida que no todo el mundo conoce el ratueco. En este antiguo idioma, botón quiere decir, culpa.



- Ya es mala suerte cargar con la culpa de otro de por vida...
- Y con las propias, alegría, y con las propias

21 de septiembre de 2010

Escondido

Escondido en el humo,
curando los sinsabores,
pudo retener el tren
con palabras ya en desuso
perdidas en los rincones.
"Te quiero, ángel de otoño
no me hagas verte partir,
no te hagas verme morir."



- Por los pelos, pena por los pelos...
- Es cierto. Al final buscando buscando...
- Se encuentran las palabras guardadas tras los muros.

20 de septiembre de 2010

Tu voz

A agua suena tu voz,
saltando cantarina,
que ritma a un compás
que cabalga tan veloz,
vuelve, sueña, corre y va.
¡Alegre golondrina!
que no para de volar,
que no para de llegar.


- Este lo he entendido. Quiere decir que "a palabras necias, oídos sordos..."
- ¡No me lo puedo creer! Estás como una maraca alegría
- Interpretación libre. Una vez escrito, deja de pertenecer a autor...
- Pero todo tiene una medida...

18 de septiembre de 2010

De puntillas

Una vez hice un dibujo en la arena. Me gustó. Pero era el final de la tarde y no había nadie. Allí lo dejé meciéndose con las olas. Pasaron los días y volví... por si estaba. Al verme buscando se me acercó un paisano y me dijo: "El viernes... ¡bonito corazón hiciste!". Yo me alegré y le di las gracias. Pero era él el que me las daba por todo lo que le había recordado el verme dibujándolo y pensar en las personas que habían pasado y estaban en su vida que se merecían verlo...


Escondidos en nuestros rincones, trabajos, balcones, sótanos, terrazas, responsabilidades y evasiones.

Y ocultándonos detrás de las palabras que nos definen, y que hemos tomado como amigas  como antídoto de nuestras locuras.

Nos dirigimos, al viento, para que sople nuestros pensamientos, alegrías, penas.... sentimientos, al encuentro de tus ojos.



- Hoy ¿estás de agradecimientos, Pena?
- Claro que sí, que no digan que no somos bien nacidos...

17 de septiembre de 2010

Así es...

Ceder tiempo de nuestras vidas, dinero, amor, escucha, miradas..., sin buscar nada a cambio, porque sí, porque lo tienes. Sin nada que ganar en ello, ni económico, ni por estar convencido de que lo que hacemos es correcto, sin el reconocimiento personal, ni social. Ni, tan siquiera, por dormir bien. Por nada de nada....

 Me hace concluir que compartir es morir un poco, y de amor, murió la rosa...





- Pena, parece el informe de una autopsia...
- Será que, de tanto ver series de investigación, se termina pegando algo...
- Será.

16 de septiembre de 2010

Inmigrande

Tocada por la pena
del regreso hace alma
en el cuerpo ajena.

Vuelan las campanas
en los ríos y las fuentes
y Rosalía,   en su ventana





- Volveeeerrrr con la frente marchita...
- Las nieves del tiempo, platearon mi sien.
- Pena, sí que tienes canas, sí...
- Alegría, pero eso son los disgustos que me das...

15 de septiembre de 2010

Un buen plan: la mar

Tarde.

Suele ser más tarde que temprano, cuando, los que estamos fuera, regresamos a posar nuestras miradas llenas de pasado, a nuestros barrios pintados de recuerdos y de anhelos.

Tales, que nos resulta muy difícil reconocer si hablamos de ayer, del fin o del futuro que nos grita la realidad.

Mientras tanto, el mar.





- Pena, ¿una cervecita con limón?
- Venga, me parece un buen plan

Ojazos

Por tu casa
va la luna oscura,
buscando la albura
que traspasa


mi corazón.
Pasando por mi lado,
quebrando mi costado
y la razón.

Hazme dueño
del brillo de tu mirada,
tantas veces apurada
en mis sueños.

Con sonrojos...,
niña, ¿a quién seduces?
...si la luz cae de bruces
por tus ojos.




- Pena, esto sí que es bonito, no me lo esperaba de ti, después de tanto tiempo
- Es cierto, a este paso me reconcilio con la humanidad entera.


14 de septiembre de 2010

Penagrías

Fundes el suelo que pisas
aunque de él nunca sabes.
Y que por tristes sonrisas,

y tu distancia, lo agraves.
Pues es tu cuerpo ya acero,
tan duro, que ni mis naves

entran. Y yo me desespero
con las estrellas fugaces,
en medio de un aguacero.

Sólo quiero que me abraces,
porque creo que otras caricias
para mí, son meros disfraces.

Si tengo buenas noticias
y acabo con esta rima
diremos ya, fin. ¡Albricias!



- Alegría, como poeta no tienes precio
- Muchas gracias pena, muchas gracias
- No, si lo digo porque eres muy malo. Menos mal que es un experimento, sino con esto seguro que terminaba yéndose.
- Pena, das mucha pena

13 de septiembre de 2010

La máquina del tiempo

Tuve un sueño.

Pero no un sueño cualquiera de esos que comentas en la fila del súper, o en el parque mientras das de comer a las palomas a tu compañero de banco. Estoy hablando del sueño. De Ese que escribes para retener los detalles y rellenar los huecos con literatura.

Un desierto, de esos de arena por todos los sitios. Y dunas. Y un sol enorme.
Una máquina del tiempo con grandes láminas de acero verticales, que va emergiendo bajo mis pies, a la vez que engulle la arena entre las hojas del artilugio.
Estoy descalzo haciendo equilibrios de una cuchilla a otra. Intentado permanecer el mayor tiempo en una de ellas, hasta que logro pasar a otra. Mi aspecto cambia con el salto, envejezco repentinamente. Retrocedo a la anterior, y ya, de puesto, a la siguiente. Otra vez niño. Cada salto, un dolor indescriptible, de esos que solo pasándolo lo conoces.  Cada retroceso, un error. Las cuchillas se van separando. Tanto que termino cayendo y cayendo al abismo de brillos, pero no llego a la arena porque me despierto antes.

Sentado en la cama con los ojos como platos y los puños cerrados, que es como hay que dormir para descansar más rápido, miro hacia la alfombra, donde el sol empieza a posarse tras cortar la habitación. La radio empieza a sonar, me levanto y voy a saltitos hasta... la vida.



- Pena, yo también tengo sueño.
- ¡Anda calla!, que menuda noche me has dado...

12 de septiembre de 2010

Yo, Bicefalepena

Hoy solamente os envío una foto de mis vacaciones. 

Ay, ay, ay, están tan lejos que no sé si han estado.

Vericuetos

Es posible que vayan quedando trocitos de nuestro yo por las veredas.

Es por eso que nos vamos haciendo pequeños con la edad.

Primero absorbemos y crecemos y nos hinchamos de vida.

Cuando nos toca ceder, explicar, madurar, comprender, perdonar, callar, escuchar, vamos dejando de ser y nos regalamos para que otros medren.

Y cuando empezamos a entenderlo, emprendemos el camino hacia la sabiduría, que pide que nos desprendamos de lo nuestro y que las cargas propias sean ligeras.

Al final, el descanso del guerrero es poder seguir creando senderos donde perderse.




- Pena, no te desprendas de mí, ¿vale?
- Ay Alegría, si no puedes ir sola a ningún lugar... no ves que no sabes ni llorar...

10 de septiembre de 2010

Vida

Corta los mares
de la distancia,
lejana.

Dile a la luna
que venga en silla
ligera.

Que como penando
peno, y si peno
muero.


Dame aire,
aire de plata
serena.

Beba el agua
en tu balcón de brillo
de acero.

Y corte el viento
todo este tiempo
con fuego.



- Alegría, ¿me lo dedicas?
- Ay Pena, a ti no... a la vida, a esa sí

9 de septiembre de 2010

Mari Luna

Todos los pueblos de la comarca hablaban del final de Evaristo, con la chaqueta enganchada en la reja, y el corazón helado, pensando que un muerto le había parado los pies al salir precipitadamente del cementerio en medio de la noche.

Los chavalines nos la contábamos una y otra vez cagados de miedo a una distancia más que prudencial del camposanto, mientras encendíamos nuestro primer pitillo, entre toses y risas nerviosas.

Aquella noche, la noche de mis recuerdos, era ya especial, porque los padres de Luis se habían tenido que ir a velar al tío a Somotorres y su hermana, lapesada, estaba con nosotros. Las historias tenían más detalles y se nos ocurrían mil cosas con el fin de asustar a UNA NIÑA entre tantos mocosos barbilampiños.

Mal, todo nos salió mal porque cuando el Sebas empezó con lo de que "aquenó....", que para todos nosotros eran palabras sagradas, al aquenó... entras en el cementerio y coges una flor de la tumba de la Patro y la traes hasta aquí... sonó un "AQUESÍ"

Mari se levantó como empujada por un resorte invisible y se dirigió serenamente hacia el muro norte, que era el más accesible y antes de que nos diera tiempo a pensar qué era lo que estaba pasando, ya estaba de vuelta.

El tiempo pareció pararse.

Todos la vimos acercarse a nosotros como movida por el viento. Su pelo, atado en una coleta con una cinta rosa, subía y bajaba al ritmo de sus pasos.

Y en su mano, una rosa...

Se acercó a Jose, que la miraba embelesado..., le tendió la flor y mirándole fijamente a los ojos le espetó:
"Los muertos son un juego de niños para quien está enamorada"

Todos creímos crecer en el acto al ver a esa mujer a la luz de la luna.

- Anda Pena, que todavía te quedas sin palabras cuando la ves...
- Pero es que la tenías que haber visto...
- La vi, y te aseguro que cuando cierro los ojos, la sigo viendo...

8 de septiembre de 2010

Sonora


La pelota
Que retumba en las paredes de mi sombra
Rebota. Y bota

Y salta,
volando por el aire de mi cuarto
Tan alta. Que falta

El suspiro
que resuena oscuro en las esquinas
cual tiro. Que miro

Y lo siento
tan adentro corriendo en mi sangre
el aliento. Que tiento

A oscuras
tu cuerpo de rosas y azules canciones
tan puras.... Que sueño.

7 de septiembre de 2010

Paz

Cuando la siesta, varias mujeres sentadas alrededor de un botijo, clavaban los ojos en la radio mientras escuchaban a Carlos Eugenio jurar porlomassagrado que él no había sido el que había dejado embarazada a Luisa Virginia...
Los niños, sentados en los trillos, se mareaban y dormitaban, dando vueltas y vueltas a la paja bajo el implacable sol del mes de Agosto...

Fue entonces cuando apareció de la nada entre una nube de polvo, disfrazada de aburrimiento...

- ¿Quién vino, hijina?
- Agüela, la paz, c'a llegao ya.
- ¡Ay nenina, ay! c'alegría más grande me diste



- Cuántas veces nos lo contó mamá...
- Sí, Pena, sí. No me canso de recordarlo...

6 de septiembre de 2010

Los perdona-duendes

En el país de los lagos, había un gran bosque.
Abrazaban las ramas de sus árboles hasta cinco de esas inmensas superficies de agua.
Subida a una de las siete colinas, la vista se perdía entre el verde y el azul.

Es fácil imaginarse la cantidad de duendes que había, ya que de todos es conocida la atracción que sienten  por el agua y la necesidad de colgar sus casas como farolillos ocultos entre las ramas.
Había, por tanto, duendes dobla-hojas, corta-rayos, mueve-aguas, tuerce-ramas, nadadores, voladores, arquitectos y hasta algún escuchador de puestas de sol. Todos tan necesarios como las hadas cuelga-estrellas, pero ya os contaré de ellas en otra ocasión.

Hete aquí que empezaron a salir en las tierras altas unos graciosos seres entre las cortezas de los alcornoques. Y ser divertido en tierra de duendes es un verdadero imán.

Hasta aquí todo parece razonable, y digo hasta aquí porque les dio por hablar, esto no es raro, lo curioso es que lo hacían en otro idioma y apuntando con tira-chinas escondidos tras grandes hojas de roble.

¡Vaya susto! Cuando empezaron a disparar y a romper todo.

¿Los duendes? Pues se enfadaron, y con razón, y vaya como son ellos para enredar, para liar, para agobiar...

Los curiosos seres, diezmados, sin atractivo y agobiados leyeron un comunicado:
"Que pasamos, que no lo volveremos a hacer, que cómo se nos ha ocurrido algo así..."

Todos lo oyeron, menos un duende tapa-botellas, que cansado de los curiosos y enrevesados seres los utilizó para su oficio, pero con la esperanza de meterlos dentro y después taparlos con hojas, como era su costumbre, pero no pudo y todos se quedaron atragantados en las bocas de los envases.

¡Mucho mejor!, se libró de ellos y logró que "encajaran" y tuvieran alguna utilidad.

Ahora los seres por fin tienen nombre: Corcho, que en el lenguaje duendil quiere decir los "perdona-duendes"

- Alegría, espero que sea un cuento...
- Lo es. Pero deberías leer más los periódicos...
- Vaya con la erudita

4 de septiembre de 2010

Un minuto más

Por si me voy algún día, quiero dejarlo todo bien atado desde ahora.

Como el más allá está por ver, no tengo disculpas para lo que deje por hacer en el más acá.



Me gusta apartarme de las carreteras y andar por los caminos, porque se te pega el polvo.

Cuando miro al frente, prefiero dar un paso atrás, para ver también mi alrededor.

Amo la música, y a quien me acompaña en mis sueños, ...y queremos entendernos. Mientras tanto, disfrutamos.

Dejo palabras, sonidos, miradas, momentos, ausencias, silencios, caricias, penas, risas, luces, esquinas, caminos, mapas, mis zapatillas y un bolígrafo, amigos, sueños y compañía.

Debo tanto, que necesitaría otra vida para poder pagarlo... Mis acreedores se acordarán de mi, pero a los que más debo, me echarán de menos.

Si me voy, es porque estoy, y lo seguro, es que procuraré no partir, porque se está tan bien aquí, que voy a montar una tienda para quedarme,

...al menos un minuto más...


- ¿Dónde vas a ir que más valgas?
- Quién sabe, alegría, quién sabe...
- Ay abuela, si tú nos entierras a todos...

3 de septiembre de 2010

Lucidez

Hay días en los que parece que el sol sale dos veces.

Todo va despacio, muy despacio y tú te mueves al doble de velocidad.

Son esos momentos de lucidez en los que ves algunas respuestas.
Es cuando te das cuenta que es bueno tener siempre un plan b, o c, o el que sea... Algo que te de salida, que centre tu atención. Aunque a veces surja sin que tú lo busques.

Que los caminos de la vida te llevan y te traen y te giran y giran. Que te tapan los ojos y te dan vueltas como gallinitas ciegas.

Que lo que leemos, las palabras que escribimos tienen el mismo valor para algunas personas cuando las leen, como mensajes escritos en la arena de la playa, mientras sube la marea. Para otros, quedan marcadas en los dinteles de sus puertas.

Y que lo único que tenemos seguro es que lo que vivimos. Lo que protagonizamos, es nuestra propia vida.



- Pena, pero seguro que puedes elegir con quién recorrer los caminos...
- ¿Eso crees? Hay veces que el contexto y la compañía vienen a ti. Como nosotros...
- Bueno... en el fondo no nos podemos quejar...
- Ay, ay, ay...

1 de septiembre de 2010

Ese punto de insatisfacción

Fascinado estoy por lo que pasa al otro lado.
En los restaurantes, la mesa de al lado siempre escoge la mejor compañía, el mejor plato, tiene más luz y no está al lado de la puerta del servicio.
Las cortinas de la del cuarto son lo más. Me parecen a-lu-ci-nan-tes...
Anda que pasa ca cacho carro por tu calle.
Por la noche ponen programas interesantísimos sobre éstos y los otros, (me han contado). Y hablan de los lodos que trajeron aquellos polvos...
Todo el día en la calle y con el internete... ¡menudo curro el tuyo!

Yo de mayor quiero ser escondesquinas.



- Alegría, me cansa tu sonrisa. Me parece que esconde algo.
- Sí, claro que sí,  la pena, ...y la olvida

31 de agosto de 2010

Aflojando nudos


Cuando era pequeño y era casi siempre feliz, aprendí algún que otro truco de mis mayores. Cosas tontas, de esas que escuchas cuando estás a lo tuyo y apenas prestas atención, de esas que terminan siendo detalles que se quedan marcados al fuego.

Recuerdo algo en apariencia simple...

Llego con mi padre del pueblo con la cosecha del sábado. Y las bolsas, una vez más, atadas con dos nudos, alguno de los cuales los había hecho yo... Y el enfado de mi madre porque le costaba mucho desatarlas, vamos le era prácticamente imposible. En realidad estaba cansada de estar limpiando la casa toda la mañana ella sola...

Era entonces cuando, con una dulzura no propia de un hombre de la época, mi padre se acercaba a ella con una sonrisa y le decía que tenía que tirar primero de uno de los cabos y luego del otro hasta que se iban aflojando los nudos poco a poco... y lo iba haciendo mientras mi madre la miraba, y se tranquilizaba...

Pues sí una sonrisa, dulzura, mirar a los ojos y poner cada uno algo de su parte, es lo que aprendí que había que hacer para deshacer nudos. Aunque estos estuvieran muy, pero que muy apretados, siempre terminan desatándose.


- Alegría, esto nuestro no lo separa nadie...
- Bueno, pero también tenemos nuestros momentos...
- No me los recuerdes, no me los recuerdes...

30 de agosto de 2010

Empatía

He sido capaz de ponerme en los ojos de quien camina conmigo.

De oler las mismas plantas.
He aprendido sus canciones.
Apreciado sus amaneceres y sus cafés conversados.
He dormido con su almohada hasta encajar mis orejas en sus hendiduras.
He dolido sus huesos al levantarme del sofá.
También sentí correr el agua por su cuerpo cada mañana.
Bebí sus licores con la fragancia de sus colonias.
Esperé, lloré sus lágrimas y entendí sus versos.
Olvidé mil llaves en otras tantas trébedes.
Volví, retrocedí sobre mis pasos.
Me sorprendí mirándome...

Caminé con tus mocasines y esta mañana al ponerme los míos me he dado cuenta de que no me encajan.... ni lo volverán a hacer jamás.



- Pena, ya iba siendo hora de que tiraras esos zapatos.... ¡Menudo cante!
- Bueno, bueno. Que hemos pasado muy buenos ratos con ellos...
- Si, y malos... Vamos que hemos pasado prácticamente todos...

29 de agosto de 2010

Absurdo

Caminos como la Av. del Surdo, donde el Gato de los Siete Pies se encontró con Bicefalepena...

- Extraño lo de tus cabezas...
- Y tú... ¿Cómo haces para caminar?
- Pues muevo los pies de tres en tres. Dos de un lado y el del medio del otro, y así alternativamente...
- ¿Y el otro pie?
- Me sirve de timón y lo uso para cambiar de dirección.
- Nosotras nos usamos una a la otra como timón. Compensamos penas y alegrías y nos mantenemos cuerdas en conjunto. Somos una sociedad sana.
- Ya. Está bien... uf qué tarde... me tengo que ir. Adiós.




- Pena, ¿te has dado cuenta del culo que ha echado ese gato? 
- Sí. ¡Cómo se está poniendo!