7 de septiembre de 2010

Paz

Cuando la siesta, varias mujeres sentadas alrededor de un botijo, clavaban los ojos en la radio mientras escuchaban a Carlos Eugenio jurar porlomassagrado que él no había sido el que había dejado embarazada a Luisa Virginia...
Los niños, sentados en los trillos, se mareaban y dormitaban, dando vueltas y vueltas a la paja bajo el implacable sol del mes de Agosto...

Fue entonces cuando apareció de la nada entre una nube de polvo, disfrazada de aburrimiento...

- ¿Quién vino, hijina?
- Agüela, la paz, c'a llegao ya.
- ¡Ay nenina, ay! c'alegría más grande me diste



- Cuántas veces nos lo contó mamá...
- Sí, Pena, sí. No me canso de recordarlo...

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