Los niños, sentados en los trillos, se mareaban y dormitaban, dando vueltas y vueltas a la paja bajo el implacable sol del mes de Agosto...
Fue entonces cuando apareció de la nada entre una nube de polvo, disfrazada de aburrimiento...
- Agüela, la paz, c'a llegao ya.
- ¡Ay nenina, ay! c'alegría más grande me diste
- Cuántas veces nos lo contó mamá...
- Sí, Pena, sí. No me canso de recordarlo...
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