20 de junio de 2013

De corduras y loqueces


Buscando razones creó locos.

La locura de los cuerdos es la razón.

Pasó la línea de la razón en su locura.

Los peces cantan mudos en la sinrazón.

A su lado, el otro lado... y esa luz.

Sentirse ajeno hasta la locura de razonar nuestro suicidio.

By Kum*


- Pena, cuando eramos peques todo estaba más ordenado en la tele; cuando salían los payasos gritaban: "¿Cómo están ustedes?" y nosotros contestábamos: "BIEEEEENNNN"
- Es cierto, ahora salen los del FMI, los ministros de turno que quieren que razonemos como parvulines y que contestemos como antes, pero a ellos les falta la nariz colorada y nosotros somos ya demasiado payasos para tomarles en serio.

19 de junio de 2013

Once testillos de seis

#1
A un lado del otro lado

#2
Cambio interés cuántico por no uso

#3
Me interesa tenerme a tu lado

#4
Yo no pienso en nada nunca

#5
Un avaro barquero mira sus ojos

#6
Ecos que saltan abismos te repiten

#7
Entre cielo y tierra: tu mar

#8
Bebo de ti, de ti bebo

#9
¡Respira! que me estoy ahogando solo

#10
Se va sin traer lo prometido

#11
LA, MI, MI, SOL; ¡Bonito comienzo!



- En realidad no sé si es eco o susurro lo que oigo, Alegría.
- Más bien, por cómo te afecta, es un termo tipo "Caja de Pandora" el que te trae esos recuerdos.

18 de junio de 2013

Hiperbreves del uno al diez

uno
Encerrado

dos
Vamos solos

tres
Robó su cuchara

cuatro
Fue un parto irrepetible

cinco
Derrotado, cambió sus calcetines fetiche

seis
Taparon sus ojos ciegos de muerte

siete
El faquir come copas de vino vacías

ocho
Después de tanto caminar, sus sandalias seguían allí

nueve
Se durmió con la esperanza de haberlo soñado todo

diez
Se terminó el bolígrafo y hoy no escribo nada más



- Ay pena penita péna, péna..., pena de mi corazoón...
- Alegría, por dios, que te puede estar eschuchando alguien.
- Es para que empiece a llover de una vez como tiene que hacerlo, ¡a cántaros!

13 de junio de 2013

Silencios musicales


Callan monstruos RO

zando con sus dedos CUER

das de guitarra




- Mejor que a golpes, aunque sean controlados, Alegría.
- No sí estos están controlados por el corazón y por unas baquetas acompasadas.

12 de junio de 2013

La historia como sucedió

Antaño, el recurso agua no era escaso, pero estaba mal distribuido. Los núcleos poblacionales contaban con uno o dos puntos de suministro de este bien tan necesario para la vida cotidiana de sus gentes.
¿Qué ocurría? Que había que desplazarse del hogar a la fuente para hacer acopio del líquido elemento, al menos para la jornada completa. ¿Cómo lo hacían? Con las manos. La perdida era tal que éstas solían llegar secas, por lo que más de un púber al que no creían que había ido a recogerla, recibía castigos por medio de voces elevadas por encima del tono coloquial o impactos no fortuitos de la mano, en modo abierto o con la segunda articulación del dedo medio (en forma de peonza) contra el cogote.
Bien, es fácil aventurar que uno de esos niños creó sin más ayuda que su propia imaginación y mucha suerte, dado lo limitado de aquella, un primer y único receptor de líquidos para su transporte seguro de un lugar a otro. Los individuos del vecindario se iban pasando por turnos el cántaro, que así lo llamaron porque cantando (o algo así), se avisaba de la siguiente persona que podía utilizarlo.
Pero un día la tristeza llegó hasta su corazón ya que, como de todos es sabido (ahora):

"Tanto va el cántaro a la fuente
que al final se rompe"

Nadie pudo sospechar por la construcción de la frase de sabiduría popular para el recuerdo de hechos no fortuitos, o refrán, que lo que se había roto era la fuente en sí misma, ya que no estaba preparada para el soporte de recipientes de una altura superior a la media del canto de dos manos aconchadas de un crío de doce años.
Luego vino lo de los romanos y su afán por la conquista de los espacios públicos y privados más allá de su entorno, llevando con ellos mismos su forma de hablar y sus usos y costumbres.
Pero esa es otra historia.


- ¿Cuándo alguien hace algo por ti, es por tu bien o por el suyo?
- Pena, en mi caso es por el mío, para hacerte más soportable

7 de junio de 2013

Esta noche

Todas las carnes blancas saben a pollo. El pensaba que sabían a pescado y en sus sueños saltaban los peces de colores en la selva, se escondían entre las sombras, se escabullían como lenguas de amantes.

Cuando desperté
en medio de la noche,
tenía hambre.



- Alegría, creo que tienes que hacer algo serio con esa adicción tuya al chocolate
- Pena, ¡qué poco sabes de alegrías!