29 de agosto de 2010

Absurdo

Caminos como la Av. del Surdo, donde el Gato de los Siete Pies se encontró con Bicefalepena...

- Extraño lo de tus cabezas...
- Y tú... ¿Cómo haces para caminar?
- Pues muevo los pies de tres en tres. Dos de un lado y el del medio del otro, y así alternativamente...
- ¿Y el otro pie?
- Me sirve de timón y lo uso para cambiar de dirección.
- Nosotras nos usamos una a la otra como timón. Compensamos penas y alegrías y nos mantenemos cuerdas en conjunto. Somos una sociedad sana.
- Ya. Está bien... uf qué tarde... me tengo que ir. Adiós.




- Pena, ¿te has dado cuenta del culo que ha echado ese gato? 
- Sí. ¡Cómo se está poniendo!

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