9 de septiembre de 2010

Mari Luna

Todos los pueblos de la comarca hablaban del final de Evaristo, con la chaqueta enganchada en la reja, y el corazón helado, pensando que un muerto le había parado los pies al salir precipitadamente del cementerio en medio de la noche.

Los chavalines nos la contábamos una y otra vez cagados de miedo a una distancia más que prudencial del camposanto, mientras encendíamos nuestro primer pitillo, entre toses y risas nerviosas.

Aquella noche, la noche de mis recuerdos, era ya especial, porque los padres de Luis se habían tenido que ir a velar al tío a Somotorres y su hermana, lapesada, estaba con nosotros. Las historias tenían más detalles y se nos ocurrían mil cosas con el fin de asustar a UNA NIÑA entre tantos mocosos barbilampiños.

Mal, todo nos salió mal porque cuando el Sebas empezó con lo de que "aquenó....", que para todos nosotros eran palabras sagradas, al aquenó... entras en el cementerio y coges una flor de la tumba de la Patro y la traes hasta aquí... sonó un "AQUESÍ"

Mari se levantó como empujada por un resorte invisible y se dirigió serenamente hacia el muro norte, que era el más accesible y antes de que nos diera tiempo a pensar qué era lo que estaba pasando, ya estaba de vuelta.

El tiempo pareció pararse.

Todos la vimos acercarse a nosotros como movida por el viento. Su pelo, atado en una coleta con una cinta rosa, subía y bajaba al ritmo de sus pasos.

Y en su mano, una rosa...

Se acercó a Jose, que la miraba embelesado..., le tendió la flor y mirándole fijamente a los ojos le espetó:
"Los muertos son un juego de niños para quien está enamorada"

Todos creímos crecer en el acto al ver a esa mujer a la luz de la luna.

- Anda Pena, que todavía te quedas sin palabras cuando la ves...
- Pero es que la tenías que haber visto...
- La vi, y te aseguro que cuando cierro los ojos, la sigo viendo...

1 comentario:

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Es original esa mezcla del miedo y del amor que todos llevamos en el fondo de nuestro corazón...la leyenda se hace ternura en tu relato...mi enhorabuena por tu estilo literario...un abrazo de azpeitia