10 de septiembre de 2010

Vida

Corta los mares
de la distancia,
lejana.

Dile a la luna
que venga en silla
ligera.

Que como penando
peno, y si peno
muero.


Dame aire,
aire de plata
serena.

Beba el agua
en tu balcón de brillo
de acero.

Y corte el viento
todo este tiempo
con fuego.



- Alegría, ¿me lo dedicas?
- Ay Pena, a ti no... a la vida, a esa sí

2 comentarios:

Liliana G. dijo...

¡Qué hermosoooo! Este poema bien demuestra que lo bueno, si breve, dos veces bueno...
Es tan cantarín, tan lisonjero y tan tierno, que te podría decir que me ha derretido :)

Felicitaciones, Bicefa.

Un besote.

impresiones de una tortuga dijo...

¡Qué bonito! suave, sencillo, directo. Me encantó.Saludos.