Ramón camina con pasos cortos, arrastrando los pies y dejando caer el peso del mundo hacia sí mismo, hacia su gran barriga. Es un metrónomo. Cuatro pasitos, una calada temblorosa a su sempiterna colilla y otros cuatro pasitos... Sus trayectos se limitan a un paseo diario desde la residencia de mayores donde vive, hasta la cafetería de enfrente, sin más riesgos que cruzar una calle con semáforos.
Evaristo deambula por las calles mirando a las personas con las que se cruza plantándose delante de ellas, para susto de más de una paisana del barrio. Nadie sabe donde vive, ni se atreven a preguntarselo siquiera. Tapado como va con su raído abrigo a modo de capucha de monje, se puede confundir con una estatua a punto de ser destapada por nuestro mecenas: por nuestro alcalde.
De la noche a la mañana, Evaristo empezó a acompañar a Ramón hasta la cafetería en sus paseos-paradas. La estampa que formaban era de lo más curioso. Y la mirada de Ramón, siempre vidriosa, se empezó a tornarse expresiva. Sus ojos reflejaban mosqueo continuo. Uno de esos cabreos de hermano mayor al verse reflejado en el espejo-cara de su hermano pequeño imitándole en todo lo que hace. Su paseo era una mezcla entre lo grotesco y divertido: silencio, humo, enfado y la sonrisa maliciosa en los labios, esculpidos sin expresión hasta entonces, de Evaristo.
Con el tiempo, nos acostumbraron a tenerse uno al lado del otro, sentados en el alféizar de la ventana de la residencia y, lo más curioso de todo, hablando en una jerga que han ellos han creado y con la que, Roto y Descosido, logradon calzar su sillas cojas con su compañía.
- Bueno..., fabulando un poco, para que sea más creíble...
4 comentarios:
Es bonito tener un amigo, de mayor o de viejo.
Salu2.
Hola, Bicefalepena. Te he seguido el rastro hasta tu madriguera y me gusta. Si me dejas pasar creo que vendré más a menudo, si no te importa.
Saludos.
Hola Bicef, bonito lo de dos almas perdidas y encontradas en su deambular, es de lo más creible, ¡hermoso!. Saludos.
Gracias por vuestros comentarios.
Siempre se agradecen.
Estáis en vuestra casa.
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