3 de febrero de 2011

Malos artes

Vivir contigo es como ser vecino de un gran compositor, que aunque no puedas dormir, nunca sentirás que te molesta el ruido de su piano lo suficiente para mudarte a vivir a otro sitio, y tus quejas son las que alimentan a sus musas.

Lo que me une a ti, es lo bien y lo claro que me mandas a la mierda. Puro arte.



- Nosotras no lo llevamos tan mal, o eso me parece a mi, Pena.
- No, pero también dependemos una de la otra.

11 comentarios:

Anita Dinamita dijo...

Mi abuela tocaba el piano y un vecino vino un día a quejarse, qué pena!
Por otra parte, ya que mandas a alguien a la mierda, hazlo bien!
Un beso

Torcuato dijo...

Me ha encantado tu humorismo lírico.
Un abrazo, Bicefa.

Dyhego dijo...

BICEFA:
Ni contigo ni sin ti...
Pero es cierto, hay que tener gracia hasta para mandar a alguien a la porra.
Salu2

Sandra Montelpare dijo...

esa dosis de acidez tan necesaria! odi et amo. Me encanto el "tus quejas alinetan sus musas" y el cierre! genial besos van

Puck dijo...

jajaja me ha encantado. La metáfora del vecino pianista es total. Saludillos

Unknown dijo...

Una maravilla Bicefa, una verdadera maravilla
Chapeau!!!

artistalight dijo...

Ay mira que eres genial...! un beso, un abrazo y sólo decirte que me ha enantado :)

Kum* dijo...

La última frase es antológica... o antilógica, ¿cómo era?

Eres un mosntruo. Bueno... ya me entiendes.

Vete a la mierda!!!

Maite dijo...

Jejejeje, el primer párrafo en el que se expone esa costumbre y uso del ser amado, en el que nos acostumbramos a sus ruidos, a sus manías, a sus desaires, sin que molesten lo suficiente como para ser catalogados como "factores de riesgo de la pareja", es genial. El segundo párrafo, esas dos líneas, son fantásticas, ahí se vislumbra la capacidad real del amor, porque para mandar a la mierda a alguien con arte, denota que la relació entre ambos es especial. Hala, pues hasta otra ;)

Daniel J. Hernández dijo...

Que buen contraste. Vaya artes quedan en malas manos, musas que escogen a viles escritores.
Abrazos.

David Figueroa dijo...

Me gustó ese toque masoca del final. Buen micro, Bicefa.
Un abrazo.