13 de enero de 2012

La pelusa

De nuevo con la nariz aplastada contra el colchón, las hormigas correteando por sus pies y la espalda, helada. Intentó girarse. Seguro que si se concentraba, al menos la cabeza le haría caso.  Definitivamente no podía moverse. Rezó para que la pelusa que se había comido el calcetín, acomodada sobre la alfombra, no la delatara e hiciera a papá buscar debajo de la cama, como la última vez.


- Bueno Pena, hoy la cosa va de encuentros.
- Así siento yo que está mi sueldo: sin nada que ocultar y a espensas de los demás.
- Pues haber suspendido la oposición...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Un micro inquietante, me gusta. Y me encantan la lámina, creo que es de Lola Catalá, que expuso hace poco en Ávila. Tiene mucho arte esa mujer

Anita Dinamita dijo...

Si la última vez buscó bajo la cama, estoy segura de que lo hará otra vez... los papás siempre saben donde encontrar...
Un abrazo

Dyhego dijo...

Bicefa:
¡Y eso contando con que no se pusiera a estornudar por culpa de las pelusillas...!
Saludos muy limpios.

Torcuato dijo...

Esconderse del padre es una cosa terrible y que deja cicatriz.
Un abrazo, Bicefa

David Moreno dijo...

Este micro deja abiertas las razones por las que se escondía del padre. Espero que fuera sólo un juego...

Un saludo indio

L.N.J. dijo...

Es genial bice, me encantó.

Muchas gracias.