3 de agosto de 2011

Todo incluido

Bajé a los infiernos, y ¡qué servicio! Fue llegar y me atendieron fenomenal desde el primer día. "Trato personalizado con acompañamiento individual" lo llamaban. Y eso del calor..., nada de nada. La pulsera, ni cuenta te das de que la llevas. Playas kilométricas acotadas. Y todo completo: comida, alcohol y mujeres a tus pies. Un poco chungo eso de pasar por la fabela, pero con el aire acondicionado, ni lo notas. Y barato, muy barato, casi por un abrazo adquieres el compromiso y vendes tu alma.


- Alegría, dicen que lo peor es la tortícolis con la que vuelves.
- Ya, es todo tan bonito...
- No, es de tanto volver la cabeza y mirar a otro lado.

4 comentarios:

L.N.J. dijo...

Leí ayer martes "Alternativas", vuelvo hoy para leerte y para decirte que yo quiero estar en ese mar y veo que escribes "Memoria desnuda", "Todo incluido".
Corres como huracanes, será tu naturaleza.

Bice, besos.

Sibreve dijo...

Mola el relato y tu regreso (que creo que no te había saludado desde entonces).
Por cierto, Bice, que el diseño nuevo es muy chulo, pero para mí, que tengo un poco de todo en la vista, es un poco dificultoso para leer. No sé si será sólo cosa mía o le pasará a alguien más.
Abrazos estivales.

Puck dijo...

Me gusta mucho. Y me recuerda aquel rap de Sabina... como te digo una co, te digo la o...
Saludillos

montse dijo...

Ahora tendrías que explicar con pelos y señales cómo es ese abrazo; para ver si valdría la pena o no venderla. Me suena a turismo sexual; pero puedo estar equivocada.