13 de octubre de 2010

Suena el run run

Estaba inquieto. Tenía el convencimiento de que algo no iba bien, algo se le había pasado. Empezó a repasar mentalmente sus últimos pasos antes de llegar a este punto. Finalmente logró serenarse por un momento. Respiró profundamente. Tomó impulso y despegó. Los coches y los árboles cada vez eran más pequeños. Parecían insectos. ¡Un momento!: eran insectos. Se dirigían hacia él portando un gran cofre lleno de oro y piedras preciosas. Lo defendió hasta que sintió ese sonido. Más y más intenso. Y el dolor de una saeta que entraba una y otra vez. Y ese ruido y ese dolor en las costillas. Y esa voz, primero susurro, espeluznante alarido después. 

Abro los ojos. Las siete... se me olvido desconectarlo. Y tú para ya, por favor. No me des más codazos y deja de gritarme, que ya apago el despertador.. 

Otro domingo que empezamos con mal pie.



- Muy graciosa, Alegría, encima vete contándolo por ahí.
- ¿No me digas que no fue divertido?
- Pero si encima estaba lloviendo...
- Me encanta oír la lluvia desde la cama

5 comentarios:

Anita Dinamita dijo...

Lástima de olvido, el sueño estaba de lo más interesante!
Un abracito soñador y durmiente

Maite dijo...

Fantasía onírica y realidad, buena mezcla.

¿Para cuándo un club de fans de Alegría y Pena?

Susana Pérez dijo...

Sueños surrealistas! Genial.
Abrazos

Dyhego dijo...

¡Malditos roedores -decía el gato Jinks!
¡Malditos despertadores -decimos todos!
Salu2 puntuales

Ana Belén García Sánchez dijo...

Jo, duermete otra vez y sigue contándonos.
Abrazos!!!