Cuando la desgracia se ceba en la misma persona, me acuerdo de un amigo que tuve algún día, no porque fuera un desgraciado, no, no voy a llegar tan lejos. No es más que una anécdota de algo que le dijo un médico, de esos rompehielos. Después de arreglarle pies, brazos, dedos... en no menos de diez ocasiones. Le espetó (ya sabéis, por parecer humano), ¡guaje, pareces el burroungitano!
Y es que cuando aparece un roto, todo hace aguas.
Un paisano, de esos viajados me dijo un día "A ti se te muere la madre, y yo he perdido el boli..., si es que todas las desgracias vienen parejas..." Para luego seguir diciendo, "que no, que era broma".
Quedé más tranquilo.
El caso es que ayer subí a un árbol...
- Pena no he entendido nada...
- Ya, pero eso no es algo nuevo...
- Anda, pero si eso parece un chiste...
- Parece.
6 comentarios:
No pasa nada, yo llevo varios días perdida por el bosque. . .
Me lo explicas porfi???
Pena a mí, también me cuesta entenderte.
¡ya! me dirás que éso no es nuevo, pero, la verdad, ¡no me parece ningún chiste!. Saludos.
Cuidado con las alturas ¿Parece una advertencia antojadiza? Parece
BICEFA:
Aunque sean frases hechas, es cierto que las desgracias siempre vienen acompañadas. También lo es que siempre hay alguien en peor situación.
Salu2.
(Esa foto es impactante pero me da cierto repelús).
Menuda broma! Lo de que las desgracias no vienen solas... pues sí se cumple o será que al vernos en el agujero por una desgracia todo lo que viene después lo vemos con peores ojos.
Un abrazo!
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