7 de junio de 2013

Esta noche

Todas las carnes blancas saben a pollo. El pensaba que sabían a pescado y en sus sueños saltaban los peces de colores en la selva, se escondían entre las sombras, se escabullían como lenguas de amantes.

Cuando desperté
en medio de la noche,
tenía hambre.



- Alegría, creo que tienes que hacer algo serio con esa adicción tuya al chocolate
- Pena, ¡qué poco sabes de alegrías!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo. . a pollo y a notas musicales !!

Anita Dinamita dijo...

Yo algunos días también me despierto con hambre, de pollo o de peces de colores.
Abrazo a los tres

Dyhego dijo...

Bicefa:
De grandes cenas están las sepulturas llenas, dicen...
Salu2 modera2.