16 de junio de 2010

Lluvia

Sentado al lado de la ventana, Bicefalepena cae con el viento sobre la hierba, y se mece con cada gota que se acumula en las cuerdas de la ropa hasta que se lanza sobre quién sabe qué paraguas...

No tiene hoy ojos de gris y pena, hace tiempo que tiene la cara llena de lágrimas.

- Alegría, ¿cómo es que estás hoy tan callada?

- ¡Ay pena!, ¿quién soy yo sin ti?  ...sino sé ni llorar

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué suerte que tiene Alegría, que se cree que no sabe ni llorar...

Es mejor que siga pensando eso.