Mostrando entradas con la etiqueta tiempo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta tiempo. Mostrar todas las entradas

29 de abril de 2014

Naturaleza olvidadiza

En la memoria queda, tanto lo que se hace como lo que se imagina que
se ha efectuado.
El tiempo lo confunde todo y las demencias nos ponen
a cada uno en nuestro sitio: dependientes e indefensos ante la vida y
ante secretos que no siempre son los nuestros.
Es esta naturaleza
olvidadiza la que nos deja sin nada que compartir y es cuando nos
perdemos nuestra esencia en bolsillos en los que ya nadie busca.




- Pena, no entiendo nada de lo que dices.
- Eso es porque no has perdido más de los que has encontrado por el camino.

31 de octubre de 2012

Llueve pausado


Hoy está lloviendo, y tengo un paraguas lo suficientemente grande como para tapar a dos que dan un paseo juntos por la orilla del río. No tiene pinta de convertirse en una tormenta perfecta, luego será pausado, sin más pretensiones que el silencio del agua y caminar acompasados; que el tiempo de torrentes ya va pasando y la calma es un buen plan para el desasosiego.

Cuando era pequeño, los días que llovía e iba en coche, juntaba mi cara al cristal para refrescarme. En más de una ocasión me quedé dormido nadando entre los peces al arrullo de las olas.

Si el tiempo se deja pasar despacito, sueño.


- Calma para la crisis, Pena, me parece un buen plan.
- De ilusa que eres, me resultas tierna. Lo que se necesita es justicia social y esa no se da con calma. ¿A quién se puede convencer de que ceda lo que cree suyo y reparta solidariamente? La revolución no la harán los ricos o los que tienen el poder.
- Es cierto, pero tranquila, que para ir de 0 a 100 hay que ir pasando por 99.

3 de agosto de 2012

Trascendente

Antón Roseta se encargó de ello desde el primer momento. Tenía vocación trascendente y cara de joven promesa a la que nada se podía negar. Él lo sabía, y aguantaba el peso de su gran futuro realizando actividades rutinarias sin tener que pensar en nada más que hacerlas; eso era lo que más le hacía disfrutar. Armado de un reloj y un interruptor, encendía y apagaba el semáforo de la calle Abadía con Bernal.
Es curioso que nadie le preguntara si era daltónico, simplemente se acostumbraron al semáforo invertido que daba color a la ciudad y que tanto turismo atraía.



- Alegría, un trabajo rutinario es lo que te vendría genial a ti para no pensar.
- No gracias. Las limitaciones se hacen más evidentes en los trabajos sencillos.

4 de octubre de 2011

Paréntesis

Se olvidó de todo menos de ese olvido permanente que hacía que no recordara nada. Era consciente de sus carencias solamente en medio de ese paréntesis del tiempo presente, donde el futuro proyectado, se convertía automáticamente en pasado. Y en olvido.

Se olvidó de recordar el futuro. Y solamente vivió el presente. Su único tiempo.


- Pena, eres desastrosa. Te has vuelto a olvidar de nuestro cumpleaños.
- Eso es porque cada vez tengo más cosas que recordar y menos interés por hacerlo

25 de agosto de 2010

Soñando tiempos


Por fin encontre la forma de dominar el tiempo.

Lo paro a placer, camino por los segundos adelante y atrás, incluso en círculos.

Caigo en el pasado y vuelo hacia el futuro como quien mira por un espejo, como si fuera una ventana.

Muevo el sol, acelero la luna. Los veo besándose tras la nubes. He vuelto loco a más de un gallo. Cambio el orden de las estrellas y desoriento a los marineros. Tuerzo caminos a peregrinos.

Ayer pasará mañana, pero mil veces antes, hasta que entienda por qué pasa lo del hoy. He olvidado mil culpas hasta que no discurra el ayer.

En fin... He abierto la ventana y con tu olor soñé que tenía la llave, tantas llaves de tantas cancelas, de tantos caminos, de tantos futuros en ti.

Pero cuando despierte, deja que sueñe.

9 de junio de 2010

Suenan los cambios

Como sentado en una silla coja, Bicefalepena siente que todo cambia a cada momento, que lo que pasa ahora es diferente al instante siguiente, que para reconocerse se tiene que mirar al espejo, que unas veces está alegría, como más alto y en otras es la pena, ah la pena, ah el llanto...

Hoy se respira, se siente el cambio, los ojos que miras lo notan, los caminos de bifurcan y se retuercen para que lo sepas.

De repente no vas a conocer las caras, ni los ríos, ni lo que crees porque estamos en tiempo de cambio...

Sueña, que lo demás, son disculpas.