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2 de abril de 2013

Revolución+


¡Ay!
aquellas tormentas 
y estas calmas 


- Haciendo revolución desde tu cuerpo, por variar.
- O desde el tuyo Pena.
- Da igual, el caso es que haya movimiento.

11 de marzo de 2013

A mis cuarentaytantos


“…llegados a un punto tan mediocre, que evidencia la gran cagada de educación que hemos recibido que nos ha hecho sumisos hasta la médula, solamente nos queda la esperanza de salir colectivamente de esta crisis. Reinventándonos, cambiando los valores, los principios, las estructuras sociales.
Todo apunta a pensar que el poder no se quita con las palabras que creímos mágicas y que en realidad son su mejor arma: Por favor y gracias.
Obedecer, ser sumisos, viendo el resultado de nuestra no-acción no nos hace tan buenos como creíamos. Pagar impuestos nos hace solidarios y ciudadanos responsables, pero no exigir unas cuentas claras a la Iglesia, a los mil gobiernos que nos mangonean, nos hace cómplices…”



- Alegría, ¿qué haces ahí encerrada todo el día?
- Déjame Pena, que estoy escribiendo.
- Todo el día sola y llamando a soluciones colectivas… ¡valiente papanatas!
- Eso le decía a Julio Verne y mira, de momento a la Luna ya se llegó.

30 de noviembre de 2012

Haciendo revolución desde mi cuerpo, por variar


Va cuesta abajo
sin manos que la guíen
la bicicleta

Pasa volando
entre la muchedumbre
una paloma

A la porra gris
le salió esta noche
un policía

Por falta de uso
cierran las bibliotecas
y abren cabezas

Las pegas roban,
cuando no defiendes bien,
el tu granero

Con tu sonrisa
y sin dinero encima,
vas bien armada

No queda tiempo
cuando el silencio daña
más que te abriga

Cortan árboles
para hacer guillotinas:
No hay más remedio


- Tu problema Pena, es que te crees todo lo que lees.
- Ya, pero solamente me pasa porque lo hago, ya me gustaría a mí vivir en un país multicolor.

2 de agosto de 2012

Revolución, por variar

Pintan el cielo
las estrellas naranjas;
es cosa de ellas

Caminar solo
ayuda a que te pierdas
por las veredas


- Siento que me ahogo, no aguanto este aire tan puro, Alegría.
- Pues tendrás que acostumbrarte, el aire allá arriba está más limpio aún.
- Ay el mar, 
¡la mar! 
donde brillan tus ojos.

23 de junio de 2011

El limbo social

El tiempo se fue ralentizando. Las palabras se convirtieron en ecos hasta quedar petrificadas, ingrávidas. El individuo A,  congelado, tuvo que plantearse en el estado estanco en el que se encontraba, dar, o no, su siguiente paso. Parecía evidente que la maquinaria no iba a avanzar, porque sí, como hasta ese momento. Se intentó motivar. Hambre no tenía, acababa de tomarse un vino con unas bravas. El sitio donde habían cortado sus hilos, era bastante confortable, a la sombra y al abrigo de vientos y lluvias. Tampoco estaba solo, la calle a esas horas era un hervidero de gente. Su mediana edad bien llevada y consciente le hacía ser admirado por sus hijos, bien mirado por sus vecinos, y su jefe reconocía su trabajo y recordaba su nombre. Se diría que había aprendido todo tras el último ascenso formativo. Miró a su alrededor. Todo el mundo se encontraba en el mismo estado, en este de ceguera "saramágica". La suerte hizo que una imprudente pulga picara al vecino de latencia involuntaria y no planteada. Se defendió y en este impulso el individuo A se defendió del codazo involuntario que se le venía encima, dando un salto hacia atrás, empujándome a mí que me había quedado con la taza de café a media altura, no recuerdo si en ascenso o en descenso hacia la mesa. En fin cariño, mamá, papá, amante esposo, compañera de mi vida, persona que hace volar los vientos que me mecen, anhelo de mis suspiros, ser de mi vida, por eso estoy tan despierto de nuevo y tengo esta manchita de nada, tan parecida a un pez, en mi camisa, esa que se plancha tan mal.


- Alegría, el loco de la Plaza Mayor sigue gritando eso de "Despertaaaaos"...
- Ah... era eso, yo entendía Despertares, y me acordaba de la peli de Robin Willians y Robert de Niro.
- Anda que no necesitamos pulgas y café algunos...