...Tras el piano y los dedos percutiendo precisos al compás, vuelan los sonidos, dispersándose, enredándose entre los cabellos, saltándo de butaca en butaca por toda la sala.
Al fondo, una pareja, ajena a la lluvia de sonidos se besa, se mira, se toca con los dedos, pulsándose precisos, al compás de su corazón.
En el escenario, el pianista ignorando lo de los besos y tras el piano y los dedos percutiendo precisos al compás, vuelan los sonidos, dispersándose, ahora, más apasionados.
- Suena bien, Pena, suena bien...
- Tantos años de estudio y de ensayos para que la pasión sea ajena al intérprete...
- Hay cosas que no se aprenden en los libros...
7 comentarios:
Buenos paralelismos, el pulsar de unas y otras teclas.
Un abrazo.
Los amantes se aman al compás del intérprete. El pianista acaricia las teclas del piano en su interpretación, los amantes a su vez con sus manos dan vida a sus caricias. Muy buen paralelismo. Saludos y gracias por tu visita.
Llevo un tiempo con un relato sobre un piano pendiente en mi cabeza.
Éste me ha parecido precioso.
¿Lo cuelgo en mi Mención especial?
Abrazos
Dos manos interpretándo una melodia ajenas a esas otras manos. Muy buen micro.
Me gusta el efecto mariposa de los amantes en el pianista "ahora, más apasionado"
Un abrazo
Es cierto,Pena,a veces, hacemos oidos sordos al arte.
Cada uno a lo suyo y Dios a lo de todos.
Saludos.
No, no me ha dejado indiferente, me ha encantado :)
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