Le dije, sin alzar la voz: “@hija, te pasas todo el día enredada y sonriendo interrumpidamente a tu smartphone, subiendo y bajando archivos a mega depósitos imborrables, con el único fin de recibir refuerzos positivos inmediatos que son el arma que destruirá masivamente esa sociedad alternativa e insustancial que no existe, pero que engorda fortunas alejadas del esfuerzo personal... ¿quieres ponerte a estudiar, aunque solamente sea por postureo…?”, y ¿sabes qué me respondió? “ok boomer”. ¡OK BOOMER!... me pinchan y no sangro.
22 de noviembre de 2019
21 de noviembre de 2019
Fugaces del 10 al 1
Ángel caído 10
Embarazo 9
Cambio de aires 8
Estrenó el traje que dejó su padre nuevo
Invertido 7
Condenado 6
Distancia 5
El pez nada, de nadar
Muerte 4
Jefe 3
Tengo tu razón
Otro pez 2
Final 1
- Una cosa te digo Pena, la próxima la hago yo del uno al diez, porque me has dejado mal cuerpo
- Ya estás tardando en empezar
20 de noviembre de 2019
Simple es el aire
a
cuando camino
en este otoño gris,
desato nudos
b
¡calla música!
y que hable más fuerte
este silencio
c
bajo la niebla
el aire que respiras,
también es simple
d
las campanadas
cuando suenan tan lejos
parecen ecos
- "Caminante, no hay camino..."
- Pena, mira para adelante que chocas
- Ay alegría, cuánto te eché de menos
16 de enero de 2019
6 de junio de 2017
Esperando esperanzas
Muera la muerte
que entierra en vida,
nuestros anhelos.
¿Sabes cuándo los
ríos traerán a las
30 de marzo de 2016
De fines
Siento como el poeta de un dios verdadero
cambia su vida por la de la niña muerta
que, sin nacer, ha dejado más huella
en este mudo mundo sordo y loco
por el mar, ese que se esfuma por sus orillas
hacia las entrañas de la tierra.
-Pena, ¿estás sola?
-Y sin compañía
cambia su vida por la de la niña muerta
que, sin nacer, ha dejado más huella
en este mudo mundo sordo y loco
por el mar, ese que se esfuma por sus orillas
hacia las entrañas de la tierra.
-Pena, ¿estás sola?
-Y sin compañía
8 de septiembre de 2014
Agujeros
Luis Leonardo, de naturaleza ambivalente, oblicua y polifónica, nació rico por parte de madre. Heredó lunares en los calcetines, unos pantalones azules y agujeros en los bolsillos, para que, por su condición de acaudalado, nunca se llenen.
- ¿Te acuerdas lo que heredamos de madre, Pena?
- Claro que me acuerdo. Era tan pobre que un pozo para que lo llenáramos de deseos.
- ¿Te acuerdas lo que heredamos de madre, Pena?
- Claro que me acuerdo. Era tan pobre que un pozo para que lo llenáramos de deseos.
6 de septiembre de 2014
De peso en pico
Picoplomo era un canario extraordinariamente pesado. No había balancín que soportara su peso. La jaula pasó de la pared a la encimera de la cocina tras reventar la alcayata del seis que la sujetaba.
Murió la abuela y, en polvo y urna de plata, relegó al relindo pajarote al suelo de la terraza, donde canta en silencia a cada una de las flores que pasan a su lado ausentes.
- Ya me gustaría tu ausencia, Pena.
- Sería demasiado aburrido y previsible todo...
28 de agosto de 2014
Con sueño
Se cubrió con un mando de estrellas heredado de una tía que no llegó a conocer. Las penurias y la postguerra agujerearon los recuerdos más recientes hasta hacerlos tomar este color grisáceo. De puro aburrimiento, se durmió hasta que se despertó con la luz del despertador a altas horas de la mañana, casi tarde ya. Tomó un libro con las pastas por fuera y recordó los macarrones con chorizo y huevo crudo de la abuela, pero sin queso. Se tragó las primeras páginas y se guardó el resto para el almuerzo. Se levantó de la cama y se calzó los mocasines, uno por pie. Huyó por el doblez del pasillo hasta el fondo, escondido en el silencio, donde moran los sueños, esos que no tuvo.
- Alegría, que felicidad tenerte cerca.
- Ay Pena, pensé que de pena no estabas ya.
30 de abril de 2014
Sin rutinas
Buscaba las calles más concurridas para, con sus manos extendidas, ir impregnándose de los olores de los viandantes: colonias infantiles de bebés rechonchos que dormían tranquilos en sus carricoches, lila y rancio de una mujer con generosas carnes que mostraba sin pudor, té verde de una preciosa chica de pelo afro con ojos infinitos, tabaco de pipa de un pretencioso y denostado caballero sindicalista, frescura melancólica del sur de bellas y tenues sonrisas, recuerdos secretos de alguien que conoció y ahora no recordaba dónde...
Intentaba atesorar todos los aromas, esa mañana iba a ser dura, tenía que ensobrar cientos de cartas en la oficina y ya se sabe que a nadie le gusta recibir una carta que no huela a nada.
— Ya estoy cansada de tanta carta de bancos y de publicidad
— Pena, ya no llegan cartas como las de antes, y los mensajes no huelen.
29 de abril de 2014
Naturaleza olvidadiza
En la memoria queda, tanto lo que se hace como lo que se imagina que
se ha efectuado.
El tiempo lo confunde todo y las demencias nos ponen
a cada uno en nuestro sitio: dependientes e indefensos ante la vida y
ante secretos que no siempre son los nuestros.
Es esta naturaleza
olvidadiza la que nos deja sin nada que compartir y es cuando nos
perdemos nuestra esencia en bolsillos en los que ya nadie busca.
- Eso es porque no has perdido más de los que has encontrado por el camino.
6 de marzo de 2014
Vacío
Entren las sombras
en bosques tristes,
y coman los lobos
las raíces muertas.
Ciñan las ramas
en todos los mis
vientres hueros
de vida, yermos.
Que las cenizas
despojen vientos.
Que pase el tiempo
y se lleve
el hueco.
5 de marzo de 2014
Brisa perla
La directora de la banda eleva los brazos. El aroma Brisa Perla cautiva a todos. El clarinete primero duda un momento, embriagado por tan cálido aroma y entra tarde. Con una mirada y un movimiento de batuta firme, se corrige el error. Cruzan una mirada cómplice. Bombo y platos de choque se dan cuenta y sonríen mientras se preguntan por el número de compases de espera que llevan. Ha habido acuerdo y entran cuando toca. Trompeta no ha dado la llamada y tuba, definitivamente, se ha cruzado. La tensión hace irrespirable el ambiente, se masca la tragedia. La directora eleva los brazos. Brisa Perla embriaga al auditorio. Calderón salvavidas. Silencio absoluto para ordenar y ajustar. Bajada de brazos final. Ni un solo eco, ni colas… Irrepetible, sencillamente sublime. Ovación al bombardino que se levanta con el instrumento en una mano y las partituras de la siguiente obra en la otra. Aplausos para el resto de la banda que agradece la directora inclinado levemente la cabeza. Cambio de partituras. Silencio en todos los atriles. Alza los brazos, Brisa perla.
4 de marzo de 2014
Aquel último error
No hay nada que hacer. Definitivamente muerto. Otro que se une a la campaña de bajo consumo. Preferiría no tener tanto éxito, pero es inevitable, la gente sigue muriéndose. No siempre es la única opción, pero suele ser una de las últimas decisiones. Conociendo a mi familia y su prácticamente nula forma de implicarse en los cambios, la mía fue equivocada.
Odio esta corbata gris.
Odio esta corbata gris.
3 de marzo de 2014
20 de noviembre de 2013
Del diario del silencio
Recuerdo sus últimas palabras:
«Hijo mío, de los pecados que más me arrepiento es de los que no cometí, de los otros, ya se encargará ese dios en el que crees. Y ahora, me voy, que ya lleva tiempo haciéndoseme tarde»
«Hijo mío, de los pecados que más me arrepiento es de los que no cometí, de los otros, ya se encargará ese dios en el que crees. Y ahora, me voy, que ya lleva tiempo haciéndoseme tarde»
El día que murió padre, crecí. Aún espero a aquel dios que se haga cargo de mí.
11 de noviembre de 2013
Once micros de once
1
Información de llegadas, de rutinas, de regresos de muertos y sombras.
2
Salpicado de mar, decidió retomar su antigua vida en tierra firme.
3
Vuelvo de donde no partí para nadie y me esperan vacíos.
4
En mis recuerdos, juego en la casa derrumbada de mi abuela.
5
Vivo en ese futuro incierto que soñé aquellas noches de invierno.
6
Nací después de la niña muerta, por, o en vez de.
7
Que vuelva el infierno frío y borre la esperanza de rutina.
8
Murió el poeta. Muerto y enterrado. ¡Al fin la gloria hueca!
9
Te deseo cien años de la misma vida que me diste.
10
En tu pecera nadas libre. En tu pecera nadie es libre.
11
Camina despacio, tan lento que pierdas el reloj unos pasos antes.
Información de llegadas, de rutinas, de regresos de muertos y sombras.
2
Salpicado de mar, decidió retomar su antigua vida en tierra firme.
3
Vuelvo de donde no partí para nadie y me esperan vacíos.
4
En mis recuerdos, juego en la casa derrumbada de mi abuela.
5
Vivo en ese futuro incierto que soñé aquellas noches de invierno.
6
Nací después de la niña muerta, por, o en vez de.
7
Que vuelva el infierno frío y borre la esperanza de rutina.
8
Murió el poeta. Muerto y enterrado. ¡Al fin la gloria hueca!
9
Te deseo cien años de la misma vida que me diste.
10
En tu pecera nadas libre. En tu pecera nadie es libre.
11
Camina despacio, tan lento que pierdas el reloj unos pasos antes.
-Creo que me estoy haciendo mayor, Pena...
- No tanto para la edad que tienes, Alegría.
12 de septiembre de 2013
Querencias
Me gusta
reír algodones
nadar sueños
y ver llover
las mañanas amplias, despejadas
la muerte serena
gentes que viven
sentir la música
caminar descalzo
oír nada
reír algodones
nadar sueños
y ver llover
las mañanas amplias, despejadas
la muerte serena
gentes que viven
sentir la música
caminar descalzo
oír nada
Me asola
el silencio
si se queda quedo
- Alegría, creo que te diferencias tan poco del resto del mundo, que se te podría confundir con una alegría estándar.
- Y a ti con una pena del montón, Pena.
8 de agosto de 2013
Te envío poemas...
De cuando tenía palabras te escribí unos versos.
Tu respuesta esperanzadora fue "algo sabrás hacer bien".
Y ahí ando, buscando buscando...
- Hace mucho tiempo que pasaste de joven promesa a gran decepción Alegría.
- Dame tiempo, dame tiempo...
Tu respuesta esperanzadora fue "algo sabrás hacer bien".
Y ahí ando, buscando buscando...
- Hace mucho tiempo que pasaste de joven promesa a gran decepción Alegría.
- Dame tiempo, dame tiempo...
1 de agosto de 2013
Que vas a dar al mar
¿Por qué golpeamos con los nudillos las peceras y dejamos que las espigas de trigo se entrelacen duras entre nuestros dedos juguetones mientras paseamos distraídos por el campo? ¿Son impulsos, o es porque lo que rodea nuestros sueños existe al roce?
Los peces que saben de mares, se vuelven locos en las peceras. Elegimos las espigas para hacer el pan, aunque admiremos la belleza de las amapolas. Los sueños vuelan libres, nuestra frágil materia se recarga al contacto, aunque sea del cristal.
Lo importante hace indecentes las explicaciones de lo probable. Elegir, cuando se hace, compromete.
Si en la vida todo fuera tan sencillo como ser río y terminar en mar, fluiríamos y nadaríamos por las rocas, pero nos empeñamos y andamos, corremos, buceamos, respiramos, nos retorcemos de dolor o de placer, volamos y si morimos, cuando lo hagamos, será después, al final: después de vivir.
- Pena, no te entiendo, ahora que vuelves nos traes esperanza.
- ¿Tú crees? A tus años aún confundes ser alegre con ser ilusa, y tener esperanza con reflexionar.
- Es cierto, me das mucha pereza siendo tan ceniza.
Los peces que saben de mares, se vuelven locos en las peceras. Elegimos las espigas para hacer el pan, aunque admiremos la belleza de las amapolas. Los sueños vuelan libres, nuestra frágil materia se recarga al contacto, aunque sea del cristal.
Lo importante hace indecentes las explicaciones de lo probable. Elegir, cuando se hace, compromete.
Si en la vida todo fuera tan sencillo como ser río y terminar en mar, fluiríamos y nadaríamos por las rocas, pero nos empeñamos y andamos, corremos, buceamos, respiramos, nos retorcemos de dolor o de placer, volamos y si morimos, cuando lo hagamos, será después, al final: después de vivir.
Caen al río
hojas que en él flotan.
El sol las seca.
- Pena, no te entiendo, ahora que vuelves nos traes esperanza.
- ¿Tú crees? A tus años aún confundes ser alegre con ser ilusa, y tener esperanza con reflexionar.
- Es cierto, me das mucha pereza siendo tan ceniza.
20 de junio de 2013
De corduras y loqueces
Buscando razones creó locos.
La locura de los cuerdos es la razón.
Pasó la línea de la razón en su locura.
Los peces cantan mudos en la sinrazón.
A su lado, el otro lado... y esa luz.
Sentirse ajeno hasta la locura de razonar nuestro suicidio.
La locura de los cuerdos es la razón.
Pasó la línea de la razón en su locura.
Los peces cantan mudos en la sinrazón.
A su lado, el otro lado... y esa luz.
Sentirse ajeno hasta la locura de razonar nuestro suicidio.
By Kum* |
- Pena, cuando eramos peques todo estaba más ordenado en la tele; cuando salían los payasos gritaban: "¿Cómo están ustedes?" y nosotros contestábamos: "BIEEEEENNNN"
- Es cierto, ahora salen los del FMI, los ministros de turno que quieren que razonemos como parvulines y que contestemos como antes, pero a ellos les falta la nariz colorada y nosotros somos ya demasiado payasos para tomarles en serio.
19 de junio de 2013
Once testillos de seis
#1
A un lado del otro lado
#2
Cambio interés cuántico por no uso
#3
Me interesa tenerme a tu lado
#4
Yo no pienso en nada nunca
#5
Un avaro barquero mira sus ojos
#6
Ecos que saltan abismos te repiten
#7
Entre cielo y tierra: tu mar
#8
Bebo de ti, de ti bebo
#9
¡Respira! que me estoy ahogando solo
#10
Se va sin traer lo prometido
#11
LA, MI, MI, SOL; ¡Bonito comienzo!
- Más bien, por cómo te afecta, es un termo tipo "Caja de Pandora" el que te trae esos recuerdos.
18 de junio de 2013
Hiperbreves del uno al diez
uno
Encerrado
dos
Vamos solos
tres
Robó su cuchara
cuatro
Fue un parto irrepetible
cinco
Derrotado, cambió sus calcetines fetiche
seis
Taparon sus ojos ciegos de muerte
siete
El faquir come copas de vino vacías
ocho
Después de tanto caminar, sus sandalias seguían allí
nueve
Se durmió con la esperanza de haberlo soñado todo
diez
Se terminó el bolígrafo y hoy no escribo nada más
- Ay pena penita péna, péna..., pena de mi corazoón...
- Alegría, por dios, que te puede estar eschuchando alguien.
- Es para que empiece a llover de una vez como tiene que hacerlo, ¡a cántaros!
Encerrado
dos
Vamos solos
tres
Robó su cuchara
cuatro
Fue un parto irrepetible
cinco
Derrotado, cambió sus calcetines fetiche
seis
Taparon sus ojos ciegos de muerte
siete
El faquir come copas de vino vacías
ocho
Después de tanto caminar, sus sandalias seguían allí
nueve
Se durmió con la esperanza de haberlo soñado todo
diez
Se terminó el bolígrafo y hoy no escribo nada más
- Ay pena penita péna, péna..., pena de mi corazoón...
- Alegría, por dios, que te puede estar eschuchando alguien.
- Es para que empiece a llover de una vez como tiene que hacerlo, ¡a cántaros!
13 de junio de 2013
Silencios musicales
Callan monstruos RO
zando con sus dedos CUER
das de guitarra
- Mejor que a golpes, aunque sean controlados, Alegría.
- No sí estos están controlados por el corazón y por unas baquetas acompasadas.
12 de junio de 2013
La historia como sucedió
Antaño, el recurso agua no era escaso, pero estaba mal distribuido. Los núcleos poblacionales contaban con uno o dos puntos de suministro de este bien tan necesario para la vida cotidiana de sus gentes.
¿Qué ocurría? Que había que desplazarse del hogar a la fuente para hacer acopio del líquido elemento, al menos para la jornada completa. ¿Cómo lo hacían? Con las manos. La perdida era tal que éstas solían llegar secas, por lo que más de un púber al que no creían que había ido a recogerla, recibía castigos por medio de voces elevadas por encima del tono coloquial o impactos no fortuitos de la mano, en modo abierto o con la segunda articulación del dedo medio (en forma de peonza) contra el cogote.
Bien, es fácil aventurar que uno de esos niños creó sin más ayuda que su propia imaginación y mucha suerte, dado lo limitado de aquella, un primer y único receptor de líquidos para su transporte seguro de un lugar a otro. Los individuos del vecindario se iban pasando por turnos el cántaro, que así lo llamaron porque cantando (o algo así), se avisaba de la siguiente persona que podía utilizarlo.
Pero un día la tristeza llegó hasta su corazón ya que, como de todos es sabido (ahora):
Nadie pudo sospechar por la construcción de la frase de sabiduría popular para el recuerdo de hechos no fortuitos, o refrán, que lo que se había roto era la fuente en sí misma, ya que no estaba preparada para el soporte de recipientes de una altura superior a la media del canto de dos manos aconchadas de un crío de doce años.
Luego vino lo de los romanos y su afán por la conquista de los espacios públicos y privados más allá de su entorno, llevando con ellos mismos su forma de hablar y sus usos y costumbres.
Pero esa es otra historia.
- ¿Cuándo alguien hace algo por ti, es por tu bien o por el suyo?
- Pena, en mi caso es por el mío, para hacerte más soportable
¿Qué ocurría? Que había que desplazarse del hogar a la fuente para hacer acopio del líquido elemento, al menos para la jornada completa. ¿Cómo lo hacían? Con las manos. La perdida era tal que éstas solían llegar secas, por lo que más de un púber al que no creían que había ido a recogerla, recibía castigos por medio de voces elevadas por encima del tono coloquial o impactos no fortuitos de la mano, en modo abierto o con la segunda articulación del dedo medio (en forma de peonza) contra el cogote.
Bien, es fácil aventurar que uno de esos niños creó sin más ayuda que su propia imaginación y mucha suerte, dado lo limitado de aquella, un primer y único receptor de líquidos para su transporte seguro de un lugar a otro. Los individuos del vecindario se iban pasando por turnos el cántaro, que así lo llamaron porque cantando (o algo así), se avisaba de la siguiente persona que podía utilizarlo.
Pero un día la tristeza llegó hasta su corazón ya que, como de todos es sabido (ahora):
"Tanto va el cántaro a la fuente
que al final se rompe"
Luego vino lo de los romanos y su afán por la conquista de los espacios públicos y privados más allá de su entorno, llevando con ellos mismos su forma de hablar y sus usos y costumbres.
Pero esa es otra historia.
- ¿Cuándo alguien hace algo por ti, es por tu bien o por el suyo?
- Pena, en mi caso es por el mío, para hacerte más soportable
7 de junio de 2013
Esta noche
Todas las carnes blancas saben a pollo. El pensaba que sabían a pescado y en sus sueños saltaban los peces de colores en la selva, se escondían entre las sombras, se escabullían como lenguas de amantes.
- Alegría, creo que tienes que hacer algo serio con esa adicción tuya al chocolate
- Pena, ¡qué poco sabes de alegrías!
Cuando desperté
en medio de la noche,
tenía hambre.
- Alegría, creo que tienes que hacer algo serio con esa adicción tuya al chocolate
- Pena, ¡qué poco sabes de alegrías!
16 de mayo de 2013
La flor del manzano
Que Venus y Urano giraban en el sentido contrario al resto de los planetas, orbitando a su antojo por no sé qué amores que se perdieron en el recuerdo, no causó la menor impresión a la flor del manzano.
- Lo que no cambia, es difícil que sea distinto, Pena.
- Todo depende de la intensidad con la que se intenten las cosas.
El viento mece
las flores del manzano
y allí se quedan
- Todo depende de la intensidad con la que se intenten las cosas.
11 de abril de 2013
Instrucciones para tocar la pandereta
Instrucciones para tocar una pandereta de media luna,
de forma más o menos acompasada, tanto a tiempo como a contrapunto.
El objeto que tiene sin sus
manos puede acompañar canciones de esas tan bonitas como las de coro de misa,
las americanas jipis de Joan Báez, esa tan chula de los Beatles, y las que se
te ocurran tanto asonantes como disonantes.
Al lío:
1. Golpe fuerte
contra la otra mano, tipo porrazo si pone una "p" así como rara.
2. Movimiento al
viento haciendo que suenen, unos contra los otros, los platillos chinchines.
Partitura:
¡PUM! chacachaca ¡PUM!
chacachaca... y así hasta el ¡¡¡CATAPUM!!! del final que queda muy bien y todos
te miran.
Nota del autor.
Cierra la puerta que se escapa el gato y está la cosa como para andar
tirando la calefacción.
- Ya me canso de cosas serias, Pena
- Nos están ahogando y dejamos de lado lo importante.
2 de abril de 2013
Revolución+
¡Ay!
aquellas tormentas
y estas calmas
- Haciendo revolución desde tu cuerpo, por variar.
- O desde el tuyo Pena.
- Da igual, el caso es que haya movimiento.
11 de marzo de 2013
A mis cuarentaytantos
“…llegados a un punto tan mediocre, que evidencia la gran
cagada de educación que hemos recibido que nos ha hecho sumisos hasta la médula,
solamente nos queda la esperanza de salir colectivamente de esta crisis. Reinventándonos,
cambiando los valores, los principios, las estructuras sociales.
Todo apunta a pensar que el poder no se quita con las
palabras que creímos mágicas y que en realidad son su mejor arma: Por favor y
gracias.
Obedecer, ser sumisos, viendo el resultado de nuestra
no-acción no nos hace tan buenos como creíamos. Pagar impuestos nos hace
solidarios y ciudadanos responsables, pero no exigir unas cuentas claras a la Iglesia , a los mil
gobiernos que nos mangonean, nos hace cómplices…”
- Alegría, ¿qué haces ahí encerrada todo el día?
- Déjame Pena, que estoy escribiendo.
- Todo el día sola y llamando a soluciones colectivas… ¡valiente papanatas!
- Eso le decía a Julio Verne y mira, de momento a
15 de febrero de 2013
Tetracordo
Sentado
al fondo de la sala movía sus manos formando una escalera de cuatro escalones
de diferentes tamaños. A veces eran las dos manos las que subían al unísono,
aunque normalmente se sucedían movimientos de una mano a la otra
vertiginosamente, como mordiéndose, otras de forma paulatina, semejando una
danza oriental. Mi curiosidad iba en aumento. Sospechaba que tenía que ver con
un juego relacionado con los rayos de sol que entraban por la ventana y las
sensaciones placenteras que le daba cortarlos con sus manos haciendo que se
moviera el polvo como bancos de peces…
Decidí
grabarlo todo en vídeo para estudiarlo con más detenimiento.
No
podía dar crédito a lo que estaba viendo: Movimientos. Pausa. Movimientos.
Pausa. Movimientos. Parada más larga. Hasta en catorce ocasiones a lo largo de
la mañana repitió la misma estructura que mis conocimientos musicales me
hicieron relacionar con una obra con tres movimientos. En un primer movimiento
el protagonista era la posición de manos más baja. En torno a ese movimiento
inferior iban los adornos a una velocidad impresionante. Mi corazón parecía que
se escapaba del pecho en un galope cuántico. En la segunda parte llegaba la
calma. Casi todo el movimiento giraba en torno a la posición superior que quise
identificar con una nota más grave. Mi corazón se acompasó, se tranquilizó y
como llevado por una especie de sortilegio místico encontré la paz. La última
parte parecía improvisada y daba la impresión de cambiar en cada ejecución, aún
así giraba alrededor de la nota superior igualmente. Descubrí que lo que le
daba ese matiz de inestabilidad, era su ritmo aleatorio que curiosamente, yo
entendía.
Me remonté años atrás cuando con mi padre tiraba cantos en una balsa
que formaba el río bajo el puente allá en mi pueblo. Se formaban ondas bajo los
saltos que hacía la piedra como una rana. Primero iban despacio y poco a poco
iban aumentando su velocidad hasta terminar en el fondo del río, dejando el
agua en un continuo movimiento circular superpuesto en expansión, renovación y
superposición.
Vi
a mi padre, era él. Me estaba enviando un salvavidas para que yo me despertara.
Por fin pude oír la música que había compuesto para mí y a la que se había
dedicado en cuerpo y alma durante los últimos diez años que estuve en coma, sin más armas que mi
primer xilófono de cuatro notas y colores que él, me había regalado hace años, y
que ahora, tocaba sin descanso a mi lado.
- Difícil que alguien se cure de algo con cuatro notas Alegría.
- Pero cierto. Hay quien se ha curado con una nota por debajo de la puerta pidiendo disculpas.
12 de febrero de 2013
Vaticano III
Lo bueno de no tener un cadáver caliente, es que se puede hablar de ello abiertamente.
Quiero que hable español, sí, y para que sea alguien preparado, que sea joven, que parece ser que están bastante desocupados. Tengo pensado hasta el nombre, me gustaba Leonor, pero es Lola: Lola I, Obispo de Roma, suena más rotundo.
- Mira, Pena, fumata violeta.
- La multicolor la dejaremos para otro milenio, pasito a pasito.
Quiero que hable español, sí, y para que sea alguien preparado, que sea joven, que parece ser que están bastante desocupados. Tengo pensado hasta el nombre, me gustaba Leonor, pero es Lola: Lola I, Obispo de Roma, suena más rotundo.
- Mira, Pena, fumata violeta.
- La multicolor la dejaremos para otro milenio, pasito a pasito.
30 de enero de 2013
Día de la paz
- Cuando la pobreza entra por la puerta...
- Se come la tortilla...¡Que ya va siendo hora!
- Por cierto Alegría, te ha salido de muerte.
18 de enero de 2013
Al sur
Del cielo caen
tranquilas y pausadas
ciertas palabras
Esta guitarra
ausencia y nota
- Pena, ¿lo que no se dice al oído no es secreto?
- Alegría, las palabras que no decimos, esas son las que son secreto
14 de enero de 2013
Aire
Hubo una vez un pez que queriendo salir del agua a respirar, se dio cuenta de que no sabía volar.
9 de enero de 2013
Cae un imperio más
"Cuando leas esta carta seguramente ya sea tarde..."
Arrugó el papel y lo tiró por la ventana.- "O pronto..." -, masculló esforzando una sonrisa que se quedó en mueca grotesca. Terminó el café de un tragó, dejó la taza en el fregadero y rascándose la cabeza con indiferencia se dirigió, aún en pijama, a la cama. De nuevo.
- El año que comienza promete ser mejor.
- Alegría, sabes que veo el tiempo como un continuo. Las únicas divisiones que admito son el nacimiento y la muerte. Mi nacimiento me lo contaron, luego no me queda nada más que la muerte por estrenar.
21 de diciembre de 2012
Otro final
El monstruo no creía en los finales, pero no por principios. Era de la opinión de que siempre quedaba algo por recoger.
- Pena, tiene sentido: cuesta mucho ordenarlo todo.
- Ya, cuando tienes mucho y te dejan sin nada es cuando lo valoras y, o te vuelves loca, o te conviertes en Robin Hood.
- Pena, tiene sentido: cuesta mucho ordenarlo todo.
- Ya, cuando tienes mucho y te dejan sin nada es cuando lo valoras y, o te vuelves loca, o te conviertes en Robin Hood.
19 de diciembre de 2012
Aquellas nieves
Guarda secretos
encallados y rotos
para el invierno
- Pena, no te pongas en modo termo, libérate y respira.
- Los inviernos tristes traen también veranos.
17 de diciembre de 2012
Cantando cuentos
Ayudado por sus musas, el monstruo de dos cabezas se alimentaba de todo tipo de palabras. Las recogía entre los ríos, gritando al viento del norte: verbos en subjuntivo, tildes esdrújulas, sustantivos compuestos con o sin guión eran su sustento.
Pero aquellos años la brisa ajó las cosechas y las musas durmieron hasta tarde al abrigo del tedio.
Fue entonces cuando se perdió en el bosque de las montañas, que bajo la nieve, entre sus rizadas ramas escondía las palabras de más valor y se las regalaba amparado en la noche.
Los días trajeron la luz y entrelazando sonrisas de gentes, encontró las que alimentaban el alma.
Pero aquellos años la brisa ajó las cosechas y las musas durmieron hasta tarde al abrigo del tedio.
Fue entonces cuando se perdió en el bosque de las montañas, que bajo la nieve, entre sus rizadas ramas escondía las palabras de más valor y se las regalaba amparado en la noche.
Los días trajeron la luz y entrelazando sonrisas de gentes, encontró las que alimentaban el alma.
Y lo hizo contando historias y cantando sueños.
- Alegría, tu confundes la realidad con la ficción, ese es tu problema.
- No es así Pena, simplemente la adapto y la fabulo para que tenga sentido...
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