21 de junio de 2010

Los que se quedan...

- Siete idiomas habla y escribe, y entiende otros dos. Se pasa el día viajando. Prácticamente su trabajo le ha permitido conocer todos los países del mundo. Tiene lo que se llama don de gentes. A mi padre le quieren todos, y, para mí, es poco menos que un superhéroe...
...aún así, el sueño que más se me repite, es llamar al portal de mi casa y que sea él quien me abra la puerta...

- Bicefalepena... me cansas mucho y quiero que lo sepas.

18 de junio de 2010

Juntos

Nada es para toda la vida, ni se puede exigir que lo sea. Aparece, convive, respira, pero fluye como los ríos.

Los momentos que tenemos en la mente, los sitios que recordamos, con sus vivencias, y que parece que podemos tocar, han desaparecido como los árboles que se llevó el río en su última crecida y que llenaban todo de polén...

Se mantienen vivos los recuerdos, pero son empujados tan deprisa por las nuevas vivencias, que se quedan arrinconados en las esquinas, en los recobecos, en las entretelas de nuestro corazón, en ese sitio donde ocultamos lo que no podemos explicar. Ni entendemos.



- Pena, hoy me ha gustado lo que has contado...
- Pero alegría, anda que no eres pesada, y encima, juntos para toda la vida...

17 de junio de 2010

Soy

- Insisto, no tengo nada que decir sobre mí mismo, mejor que lo digan los demás. No me gusta hablar de mis virtudes como lo objetivo que soy, y lo cariñoso que soy, o lo bien que hablo, y lo fácil que me es conectar con los demás por mi enorme capacidad de escucha, y de lo guapo que soy.... Mejor hablo de mis defectos... pero no ahora.

- Alegría, no me gusta que hables de política, ni de religión tan temprano. Sabes que me sienta mal con el estómago vacio.

16 de junio de 2010

Lluvia

Sentado al lado de la ventana, Bicefalepena cae con el viento sobre la hierba, y se mece con cada gota que se acumula en las cuerdas de la ropa hasta que se lanza sobre quién sabe qué paraguas...

No tiene hoy ojos de gris y pena, hace tiempo que tiene la cara llena de lágrimas.

- Alegría, ¿cómo es que estás hoy tan callada?

- ¡Ay pena!, ¿quién soy yo sin ti?  ...sino sé ni llorar

15 de junio de 2010

Cantos de Sirena

- Pena, seguro que hoy estás de acuerdo conmigo.

No me puedes negar lo bonito que es ver los rayos de sol entrando entre las hojas de un bosque, o cortando la oscuridad de una habitación en un sábado de verano mientras escuchas la radio, o cuando entra por la ventana moviendo y enroscando el humo de un cigarro abandonado en un cenicero, o cuando mueve y alborata el polvo de una habitación y hace que apartes la vista del periódico y te quedes embobada siguiendo cada hilillo minúsculo que sube y baja para luego desaparecer... ¿quién no se enamora del sol?

- Alegría, despierta, eso son Cantos de Sirena...

- Pena, pero que mal me caes...

- Anda, pon el paraguas en el medio, que me estoy mojando...

14 de junio de 2010

La muerte

Las preguntas sencillas merecen respuestas sencillas. Lo difícil es encontrarlas.


Un día se acercó una niña curiosa (esto suena redundante...) a Bicefalepena y le preguntó sobre la muerte y por qué nos morimos...

Estaba preparado para responder de dónde vienen los niños, los ciclos de la luna, el color de las flores... Pero dar respuesta a algo tan sencillo, de forma compleja..., como para niños, era todo un reto.

Empezó a darle vueltas en sus cabezas, lo que generó más y más dudas aún, sobre las cosas que quedan por hacer cuando la muerte se presenta de forma repentina en plena juventud, o cuando viene avisando a gritos, para llegar callada...

La impaciente niña (otra redundancia) no estaba dispuesta a aburrirse más con las cavilaciones de Bicefalepena, que como habla mientras piensa, suele tener una conversación muy aburrida entre pena y alegría.

Y le espetó: Mira, déjalo. Seguro que morimos porque estamos vivos, como las plantas.

12 de junio de 2010

El espejo

Acostumbrado a mirar desde su ventana tan poco discreta, Bicefalepena mira para dentro y no se reconoce, porque alegría se cansa de pena y pena se confunde con alegría.

Entonces ocioso como está, se pone a ver lo que comen los demás en los restaurantes, y lo que hablan, y el coche que conducen, y los peques que pasean, y el trabajo que manejan, y sus caras, y sus peinados, y lo que escriben, y lo que piensan, y como cantan, y caminan, y sus sombras, y su tamaño de corazón, y como tragan la vida, y como descansan, y sus caricias, y sus nombres... y uffffff!!!

De tanlejos conocemos más y hablamos más que de tancerca... 

- Alegría, se te ve tan sonriente hoy.
- Y a ti pena... tan triste y tan mayor....

11 de junio de 2010

Con la mirada

Hoy llueve verde esperanza....

Los días que no tiene nada que decir, o tiene la boca llena, Bicefalepena, calla. 

Y parece interesante, incluso que tiene las respuestas, que es un erudito, que sabe escuchar...

Pero en realidad no entiende la mayoría de las preguntas o está despistado o comiendo y de todos es sabido que no se puede pensar y comer a la vez.

Es entonces cuando mira la vida de forma apasionada...

...Como la vaca mira al tren...

10 de junio de 2010

Compartiendo espacios

Bicefalepena no vive solo, ni mucho menos, comparte habitación con tres hermanos.

Harto de no tener espacio para dejar sus cachivaches, ni sus libros, ni sus peines, ni su colección de lágrimas para compartir, se quejó al defensor del espacio, que en su casa era su madre.

Al día siguiente, su padre, les regaló un perro con el que contentos compartieron espacio en la habitación...

…Durante unos días, hasta que cansados de no poder dormir, ni poder dejar nada, ni ordenado, ni guardado, volvieron a hablar con la mediadora que esta vez no delegó funciones y directamente sacó al animal de la habitación y de la casa, y lo dejó en la caseta del corral.



Sería fácil decir que ahora Bicefalepena está contento porque alegría está feliz de volver a tener su espacio, pero lo cierto es que pena piensa que le han timado…

9 de junio de 2010

Suenan los cambios

Como sentado en una silla coja, Bicefalepena siente que todo cambia a cada momento, que lo que pasa ahora es diferente al instante siguiente, que para reconocerse se tiene que mirar al espejo, que unas veces está alegría, como más alto y en otras es la pena, ah la pena, ah el llanto...

Hoy se respira, se siente el cambio, los ojos que miras lo notan, los caminos de bifurcan y se retuercen para que lo sepas.

De repente no vas a conocer las caras, ni los ríos, ni lo que crees porque estamos en tiempo de cambio...

Sueña, que lo demás, son disculpas.


8 de junio de 2010

Los besos

- ¿Dónde termina todo el pelo que se nos va cayendo? ¿Y las uñas  que nos cortamos? ¿Y los folletos de propaganda? ¿Y los pensamientos que no compartimos? ¿Y el viento....  dónde va el viento? ¿Y el amor que perdimos? ¿Y los besos que no damos, o los que tiramos al aire?

- Pena, estos sí se donde van. Los besos todo el mundo sabe que acaban en el suelo, que vuelan poco y sino encuentran su destino rápido, caen... Lo mejor es guardarlos en una bolsa para ocasiones especiales y sobretodo andar descalzo para que nos hagan cosquillas de colores entre los dedos si logramos atraparlos...

- Alegría, hay veces que pienso que estás loca..., anda, dame un beso...

7 de junio de 2010

La calma

Con un susurro o con un grito, una brisa, un eco al fondo de la casa, un silencio, una pequeña ola, la luz de la escalera que se cuela por debajo de la puerta, unos pasos que se acercan, unos pasos que se alejan, una puerta que se abre...

Bicefalepena, dividido y siempre divergente, sentía esto como el principio o como el final... o..., bueno, el caso es que las mariposas no paraban de volar por su estómago, aleteaban y llenaban de aire sus pulmones haciendo que se sintiera lleno de vida.

Pena sabía que todo eran llamadas a la tempestad... alegría reconocía y esperaba las calmas pacientemente...

4 de junio de 2010

Lloviendo música...

...Llovieron notas, todo se lleno de música, con sus silencios, acompasada..., pero bicefalepena, prevenido como el que más, se había traído su paraguas y desde su seguridad vio como ellos se iban empapando...

Una lágrima empezó a correr por su cara y maldijo cada día que su madre le recordaba que mirara a los lados al cruzar la carretera, que se pusiera una chaqueta porque iba a refrescar....  cosas que nunca hacía, hasta que ella faltó. Ahora nunca tiene frío, cruza por los semáforos... pero no logra mojarse con la música... 

La lágrima, requeante, llegó a los labios salada y el mar hizo sonreír, una vez más, a alegría.

Y su mente paseó por sus playas... en clave de sol.