Se olvidó de todo menos de ese olvido permanente que hacía que no recordara nada. Era consciente de sus carencias solamente en medio de ese paréntesis del tiempo presente, donde el futuro proyectado, se convertía automáticamente en pasado. Y en olvido.
Se olvidó de recordar el futuro. Y solamente vivió el presente. Su único tiempo.
- Pena, eres desastrosa. Te has vuelto a olvidar de nuestro cumpleaños.
- Eso es porque cada vez tengo más cosas que recordar y menos interés por hacerlo
6 comentarios:
Qué bueno... Quedarse con el presente, qué bueno.
Abrazos presentes
Muy bueno, bice. Y el diálogo de hoy de pena y alegría, todo un tratado de filosofía. Abrazos.
Por lo menos Pena se permite ser sincera. Me gusta.
Que es lo que viene a ser un presente continuo: estoy leyendo, estoy escribiendo, estoy comiendo...
Saludos.
No hay nada mejor que vivir el presente...Muy bueno.
Besos desde el aire
Eso que ansiamos unos cuantos, lo consiguió este tipo.
Abrazo, Bicefa.
Publicar un comentario