¡Séase de una buena vez que el Príncipe Encandilado de Tararín tenga un nuevo castillo para compartir con una princesa de sangre no real!
Bien parece fácil, ahora presenta el proyecto al ayuntamiento, pelea con los verdes, busca constructores, decoradores... y ya por último, contrata la mudanza de un príncipe sobradamente preparado, ¡con la de libros que tiene! Y todo esto siguiendo unos plazos de inmediatez. Visto y no visto.
Mi consejo para hoy es que si eres hada madrina, no creas en la mágia. No te conviene.
- Con lo bonita que es la magía, Pena...
- Dice que si eres hada, si eres príncipe caíste en la marmita de la magia con nacer, como Obélix. ¿Cómo no vas a creer en la magia?
5 comentarios:
Hola de nuevo!!
Y como en otros cuentos serán felices y comerán perdices...
Un abrazo
Y si no, lo fingirán...
Bicefa, te sales con este relatito mágico de príncipes y princesas no reales... ¿será una rana? ¿el príncipe o la princesa? ¿o el hada madrina?
Un abrazo
Una ácida crítica que queda barnizada con un toque de humor y de...magia, me hiciste sonreir :D
BICEFA:
¡Me gustaría ser el rey de bastos para darle estopa a más de uno; rey de copas para invitaros unos lingotazos; rey de espadas para utilizarlas como brochetas y rey de oros para repartir doblones por doquier!
¡Y me desperté!
Salu2 reales
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