3 de noviembre de 2010

El hayedo

"Resulta ser un lugar de lo más idílico. El silencio únicamente es roto por la dulce melodía de las hojas de los álamos silbando al viento. Y las alondras juegan a cortar con sus alas los rayos de sol que se cuelan entre las ramas del hayedo. Allí es donde, desorientadas, las viejas hadas vagan por las veredas..."
Esto es lo que le dijeron al joven escritor, y decidió partir buscando su inspiración.
Tomó la autovía del Norte, se desvió en la salida dieciocho, y como estaba cortada la N-901, reconfiguró su navegador GPS que hizo que diera con sus huesos en la autovía del Norte y le llevó de nuevo de regreso a su casa.
Embobado, el chaval miraba hacia el portal de su casa, después al navegador, de nuevo al portal de su casa..., hasta que lograron separarle del volante al que parecía haberse quedado soldado.
Dos viejas errantes se miraron a los ojos hasta que no pudieron contenerse y estallaron en una enorme carcajada al unísono que se extendió por todo el bosque.



- Me imagino al escritor con la boca entre-abierta, casi babeante...
- Pena, no hagas leña del árbol caído.
- ¿Leña? Con esto tenemos para llenar la tenada para todo el invierno...

4 comentarios:

Anita Dinamita dijo...

Los GPS han vuelto gilipollas a más de uno y una!
Me gusta el haiku intercalado!
Y los hayedos, también me gustan
Abrazos a Pena y Alegría, a Alegría y Pena.
Y a ti!

Torcuato dijo...

Interesante cuento Bicefa.
Y como dice Anita, la tecnología nos vuelve inútiles integrales.
Un abrazo.

Abedul dijo...

Muy bueno!!!!! al menos se puede hacer humor blanco y lleno de chispa sobre los aparatitos!!!!txapeldun !!!! he disfrutado leyéndolo; un abrazo de Begoña

Ana Belén García Sánchez dijo...

Yo me he perdido tambien, ¿O me he dejado perder? Lo que decía es que me he perdido un ratito en tu blog y me ha encantado lo que he encontrado. Lo miré esta mañana en el trabajo y me hizo viajar un ratito desde mi escuelita hasta el hayedo.
Gracias.