- …dieciocho, diecinueve y veinte. ¡Voy! ¿Estás en el salón?
- ¡Nooo!
- ¡Vale! ¿Estás en la cocina?
- ¡Tampoco!
- ¡Ya lo sé! Estás en la habitación de tu hermana…
- ¡Sí! pero… ¿dónde?
- ¡Debajo de la cama!
- ¿De cuál?
- ¡De la de la derecha según entras…!
- Bueno…
- ¡Ven a la terraza, te toca “ponerla”!
Así es como se forjó nuestra amistad y nos hicimos hombres: mirándonos a los ojos, siendo completamente sinceros, comprometiéndonos en la distancia. Alegrándonos y doliéndonos juntos. Y por esa música que nos tiene completamente vencidos…
- Pena, no van a creer eso de los amigos terraza a terraza.
- Es fácil, ahora son blogs, cuentos, textos, teléfonos, cafés, pensamientos...