8 de noviembre de 2011

Flores

Siempre regresaba a casa con un ramo de flores.
Ella nunca encontraba el jarrón adecuado...


- Yo tampoco suelo encontrar las cosas, Alegría.
- Ni las buscas...

6 comentarios:

montse dijo...

Y entonces él se cansó. La arrancó de raíz del piso, la metió en el coche y condujo hasta las afueras, a los grandes espacios hendidos por las autopistas. Frenó, paró el motor, la cogió en brazos y comenzó a caminar, buscando el sitio adecuado. Cuando lo encontró cavó un agujero y, después de quitarle los zapatos la plantó.
De vuelta a casa decidió usar los zapatos para un par de versiones de jardines zen.

Rosa dijo...

O tal vez no lo tenía...

Besos desde el aire

Maite dijo...

Tal vez fuera porque en vez de que le regalaran rosas necesitaba que le quitaran las espinas.

L.N.J. dijo...

Ella, lo que era es muy quejica. Con otro hombre podía dar...

Buena contestación le da alegría a pena.

Besosss

Dyhego dijo...

Bicefa, seguro que el día que no reciba flores se quejará y se preguntará por qué fue tan tiquismiquis...
Saludos florales.

Sara dijo...

quizá lo que necesitaba es que un día, por fin, la regalaran el jarrón perfecto... entonces no haría falta buscar, entonces, cualquier ramo de flores valdría la pena...