Permitió que el mar acariciara costas de un lado y del otro, siempre con él enfrente respirando sus brisas, en sus playas, en camino, en sus cuentos, a corazón abierto, sin sombrero y ferpecto.
Hoy os invito a conocer a Kum (con *, insisto) y a todos esos mundos que ha sido capaz de crear en todas sus vidas. |
- ¿Lo dices porque se mete en muchos jardines y charcos...? ¡Qué ocurrente Alegría!
- Ya ves, una que se cultiva leyendo buenos escritores. Buenos amigos escritores.