30 de marzo de 2016

De fines

Siento como el poeta de un dios verdadero 
cambia su vida por la de la niña muerta 
que, sin nacer, ha dejado más huella 
en este mudo  mundo sordo y loco 
por el mar, ese que se esfuma por sus orillas 
hacia las entrañas de la tierra.


-Pena, ¿estás sola? 
-Y sin compañía     

4 comentarios:

Dyhego dijo...

Me alegra tu vuelta.
Ese mar que todo se lo traga y todo lo devuelve.

L.N.J. dijo...


Hola bice, lo que tiene la niña son poderes:)


buen microrelato, o como se llame.

Recomenzar dijo...

que placer es el leerte

Anónimo dijo...

Bien