Que Venus y Urano giraban en el sentido contrario al resto de los planetas, orbitando a su antojo por no sé qué amores que se perdieron en el recuerdo, no causó la menor impresión a la flor del manzano.
El viento mece
las flores del manzano
y allí se quedan
- Lo que no cambia, es difícil que sea distinto, Pena. - Todo depende de la intensidad con la que se intenten las cosas.